Sobre el Transiberiano, realidad y leyenda y culminación de la epopeya de Rusia al Este, está todo escrito pero quizás alguna curiosidad no venga mal para abreviar la búsqueda de datos, mas bien escasos, porque si bien de la expansión americana al Oeste hay toda una literatura y filmografía exhaustiva, la rusa fue silenciada durante mucho tiempo y apenas hoy se encuentran antecedentes mas allá de la película Dersu Ursala y poco mas.
Así que con ánimo de entretener aquí os escribo alguna cosa sobre el tema.
El primer trazado de este mítico tren contemplaba el paso del convoy a través del lago Baikal, y, para ello, construyeron un gigantesco trasbordador que fue trasladado por piezas a Rusia y allí montado de nuevo junto al lago, si bien luego de realizar algún viaje de pruebas se abandonó la idea cubriéndose todo el trayecto sobre raíles. El barco en cuestión se llamaba “Baikal”, tenía 90 metros de eslora y 17 de manga, y en las pruebas le precedía el rompehielos “Angara”, pues aunque estaba dotado de unas hélices para destruir el hielo, estas eran ineficaces cuando las capas alcanzaban el metro de espesor.
Este transbordador fue construido en los astilleros Amstrong de Newcastle(UK.)
El Transiberiano recorre los 9.288 kilómetros que separan Moscú de Vladivostok, tardó en construirse trece años y fue inaugurado el 21 de Julio del año 1904.
Tiene tres ramales, el primero se separa de la línea principal en Tzarskaya y llega a Pekín después de recorrer desde allí
Otro ramal tiene un recorrido común hasta Ulan Ude y desde allí parte hacia Ulan Bator y Pekín con 7621 kilómetros de recorrido.
El tercer ramal llamado Baikal-Amur parte del propio lago y llega a la bahía Sovietskaya próxima a Jabarovsk. Fue inaugurado el año 1991 y fue construido totalmente por voluntarios del KONSOMOL, juventudes del PCUS.
El convoy mínimo de vagones en este tren forma una hilera de unos 500 metros lo que debe de servir de aviso a posibles viajeros que se apean a estirar las piernas o comprar algo de lo que ofrecen en los andenes las babuskhas, bocadillos, refrescos, souvenirs… el menor despiste obliga a una carrera ciertamente larga.
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