En estos días de Semana Santa quizás venga a cuento contaros dos episodios que si bien no están relacionados directamente con Rusia si se sitúan dentro de lo que llamamos el espacio postsoviético.
Sabido es que un legionario, Longinos, compadecido por el dolor de aquel hombre, clavó su lanza en el costado de Cristo cuando ya estaba crucificado seguramente para rematarlo y evitarle mas sufrimientos.Pues bien, tras muchos y accidentados caminos recorridos esa lanza se encuentra en el monasterio de Gerrard en Armenia, si bien no es precisamente un lugar mayoritario de peregrinación.
Existe otra teoría relacionada con las aficiones oscurantistas de Hitler y el fin de la II GM que la sitúa en Viena pero yo quiero creer en la primera.
Nada tiene que extrañar que se guarde allí pues es sabido que la primera civilización cristiana después del Diluvio Universal nace en esta parte del Caucaso pues el Arca de Noé se posó, cuando la paloma dió la buena nueva de que las aguas descendían, en el monte Ararat, a 60 kilómetros de Erevan, que fue siempre armenio hasta el genocidio perpetrado por Turquía y la consiguiente ocupación de la península de Anatolia.
En Francia es ilegal negar el genocidio mas que demostrado pero Turquía lo niega porque, en mi opinión, se averguenza de el y porque reconocerlo le podría acarrear problemas de tremendas consecuencias como las indemnizaciones económicas o la restitución de las fronteras.
Pero este es otro tema ajeno a las curiosidades que hoy quería contar.Amen
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