Hace unos días ilustraba una entrada con una postal de la calle Varvarka del Moscú antiguo, calle que aun pervive y que a mi me parece deliciosa. Parte del lateral del solar del derribado y mastodóntico hotel Rossia y desemboca en la plaza de la Lubianka, plaza mas famosa por tener instalado en ella el cuartel del KGB que por la gran tienda de juguetes Dietskii Mir pero, claro, la transcendencia de una y otra fue muy distinta en la vida de los moscovitas.
Está llena de pequeñas iglesias de las mas antiguas de la capital y a medio camino en su acera derecha tiene un Ruskoie Buistro en el que se come rápido, barato y bien.
Ulitsa Varvarka |
La calle se llamó así desde siempre, aunque no se por qué pues Varvarka es una pequeña población en la región de Briansk, y en tiempo de la Revolución cambió su nombre por el de Stenka Razin para , posteriormente, volver en tiempos de la Perestroika y del desfenestrado alcalde Yuri Luzkhov a su primitivo nombre.
La cosa no tendría, ni tiene, mayor importancia pero a mi me viene a la memoria la historia de Razin a medio camino entre la leyenda y la realidad.
Fue el primer revolucionario ruso que proclamó la República Cosaca en Astraján el año 1670 y derrotado, hecho prisionero y descuartizado vivo en el Lobnoie Miesto de la Plaza Roja en 1671.
La parte de leyenda es la que popularizó la canción "Iz za ostroba na stresien" (En el rabión del río) a veces denominada por el nombre de Razin que ya adquiere en ella el rango de Príncipe y que entrega a su amada al río Volga en una especie de ritual bárbaro y de alcohol.
Lobnoie Miesto |
Es posible que puedan parecer mis descripciones breves en demasía pero mi intención no es otra que interesaros por algún tema y que vosotros mismos investiguéis y ahondéis en ellos que es lo verdaderamente bonito y no presentar las cosas como esas películas o novelas policíacas en las que en la primera página ya se sabe que el asesino es el mayordomo. Además estoy seguro que vais a disfrutar mas con las aventuras de este cosaco que con las de ficción de Emilio Salgari.
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