jueves, 19 de julio de 2012

Un paseo por Moscú

Patear andando una ciudad como la capital rusa puede ser , es, agotador y uno acaba sin entender nada de las farragosas explicaciones que sobre la Historia le darán los guias o cualquier transeúnte al que pregunte,son muy amables, con multitud de nombres que ni nos suenan salvo los mas comunes y descifrar como se llaman las puertas del Kremlin se puede convertir en una pesadilla cuando ya se ha visto, y oído, la Plaza Roja, la Armería, el Gum, la VDNJ, Quitai Gorod, el Bolshoi, Lomonosov o Universidad Estatal, Luzhniki, Novodevichi,  la catedral del Salvador o el museo Pushkin o la galería Tretriakov y a uno le  entran ganas de pasear sin rumbo aunque con un ojo puesto en el "retrovisor" no vaya a ser que nos perdamos...Probablemente haya visitado Ismailovo y su mercado en el que habrá regateado lo indecible y comprado el autentico reloj de un submarino, un icono del Siglo XVIII pintado antes de ayer, una gorra de Almirante o matrioskas varias y cajitas de Palej o Fedoskino y si no ha sido así habrá estado en Arbat que es como un sucedáneo menos emocionante aunque con el mismo resultado de que el vendedor sabe mas que nosotros y siempre gana aunque a nosotros nos parezca que hemos hecho una buena compra, que seguramente así habrá sido, pues en definitiva el arte del regateo estriba en encontrar un precio que resulte justo para comprador y vendedor partiendo de distancias extremas que es preciso ajustar y si uno saca de regalo unas insignias con la hoz y el martillo pues miel sobre hojuelas.
Llegado a este punto en que las compras están hechas, visto y fotografiado lo que hay que ver, y sobre todo contar, el espíritu necesita descanso que mañana hay que volver  y empezar la dura jornada cotidiana y los pies ya no andan para aventuras.
Y aquí, en este momento, es donde yo propongo un paseo relajado, alejado del bullicio pero céntrico, sin que nadie nos cuente quien vivió aquí o allá y experimentando el placer de ver lo bello y agradecerlo como tal porque lo que es hermoso no necesita mas que de nuestros sentidos para apreciarlo.
Dia de la Victoria
Admitiendo que no es una opción irse a refrescar los pies descalzos a cualquiera de los cien parques o seiscientos jardines  que tiene Moscú mientras comemos un helado,yo iría al bulevar Gogolievski que empieza en Arbatskaya junto al restaurante de toda la vida Praga y acaba en Kropotkinskaya llamada asi en honor del Príncipe Kropotkin que nació y vivió en ella, para seguir por esta en un recorrido de no mas de tres kilómetros viendo a un lado y a otro hermosos edificios que han resistido el paso del tiempo con toda dignidad y disfrutando de ellos, de la tranquilidad que en pocos sitios ofrece una ciudad de once millones de habitantes mas tres mas de población flotante y leyendo placas que adornan las casa con los nombres de sus antiguos moradores u organismos que allí estuvieron, el Decembrista General Orlov en el número 10, el Club de los Científicos en el numero 16, en el 19 la antigua casa de los Dolgoruki que data de 1780 o la Academia de Bellas Artes sin olvidar la hermosa vista de la Catedral que dejaremos al entrar en Kropotkinskaya.
Un delicioso paseo de no mas de una hora despacito y tranquilo sin que nadie nos maree con cifras, nombres raros, fechas y sin tiendas ni tenderetes que agotan incluso el bolsillo...y si aquello de descalzarse en un parque aun sigue in mente pues adelante hasta el Parque Gorki o Kultury Park que está ahí al lado y cuya majestuosa entrada está enfrente justito de la Casa del Pintor en la que podemos aprovechar para gastar los últimos rublos en algún cuadro interesante antes de descalzarnos sobre la hierba y dejarnos caer sobre ella hasta que el sol rojo descienda por el oeste en un espectáculo impresionante de luz y color. Y con suerte escucharemos algo de música interpretada por artistas callejeros, probablemente alumnos del Conservatorio, que nos harán soñar en un viaje sin fin arrullados también por el ruido del agua del Moscova en su discurrir por la gran curva que rodea el parque. Cerrad los ojos y....a volar....o a degustar el helado...y despues en Oktiabriskaya el Metro y para el hotel....

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