jueves, 31 de enero de 2013

Relatos de Chejov

Siempre me ha encantado Chejov, quizás porque no soy capaz de leer libros "gordos" y sus relatos se leen de un suspiro sin mayores agobios, quizás porque en su filosofía popular se encierra algo tan universal como es que la gente es igual en todas partes y las enseñanzas de sus relatos son, como se dice ahora, globales y aplicables a todo el mundo porque ¿quien ha dicho que somos distintos porque alguien trazó una raya en alguna parte? Ni siquiera el rasgo diferencial, que dicen los cursis, es tan diferencial ni nada diferencial pues pasados miles de años las razas están tan mezcladas y las culturas tan reunidas que ni las lenguas son un elemento de separación.
Y mientras Chejov no traslada a las alegrías, las tristezas, las miserias, la solidaridad...y todo cuanto el ser humano contiene para bien y para mal
Chejov, Antón Chejov, retrata como nadie la Rusia de su tiempo y comparativamente puede asimilarse a nuestro Samaniego solo que en prosa o a cualquier fabulista de cualquier tiempo, desde Esopo hasta nuestros días, porque cuentan, con más o menos acierto o con diferentes estilos, la vida misma, la sabiduría popular y en este caso, el de Chejov, sus relatos son intemporales, como si el tiempo se hubiera detenido o como si desde el más allá nos dijera algo así como Ilusos, habéis creado la bomba atómica y sus consecuencias, a las enfermedades le habéis puesto nombre, habéis llegado a la Luna...pero no habéis cambiado vosotros mismos, no habéis mejorado nada, como si el tiempo no hubiera pasado por vosotros....mientras nos mira socarronamente.
Os dejo una página con todos sus relatos Aniuta, Los muchachos, Los veraneantes, Polianka, La corista...todos.
Que disfrutéis de su lectura
                       
                             http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/rus/chejov/ac.htm

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