Lo que más me gusta es contaros cosas curiosas o bonitas de Rusia y sobre todo de Moscú y por una u otra causa hace tiempo que no lo hago así que hoy reemprendo mi linea y espero que os guste.
La casa Igumnov de Moscú, está situada en la calle Bolshaya Yakimanka justo frente por frente del famoso hotel Muchas Gracias que ya os conté por qué se llamaba así y actualmente es la residencia oficial del Embajador de Francia desde 1979.
Inicialmente esta zona era alejada del centro, Zmoskvoriechie, y no muy bien considerada hasta que fue ocupada primero por comerciantes modestos y después por otros de más rango como fue el caso del rico comerciante de Yaroslav Nicolai Igumnov el cual contrató al arquitecto Nicolai Pozdeniev para realizar esta maravilla con filigranas de cerámica y ladrillos traídos expresamente de Holanda y que si bien algunos llaman de estilo neoruso, los más consideran que es simplemente estilo ruso tal y como se hacían antaño las casas palaciegas de madera solo que ahora, entre los años 1889 y 1893, los materiales empleados son modernos.
El señor Igumnov trató, en plan nuevo rico de provincias, epatar a la sociedad moscovita que no entendió este tipo de arquitectura y censuró su construcción por lo que se negó a pagar a su arquitecto el cual acabó suicidándose.
Esta maravilla fue ocupada en 1917 por el sindicato de la fábrica Gosnak para posteriormente pasar a ser la fábrica de la Moneda y posteriormente el Instituto para el Estudio de Cerebro de Lenin , después desapareció el nombre del creador de todo "aquello" quedándose solo en el Instituto del Cerebro, y finalmente en 1938 la Embajada de Francia y, como ya he dicho, en 1979 y hasta hoy la residencia del Embajador del país galo.
Dicen que el tal Igumnov también se suicidó finalmente pero por más que he buscado no he podido encontrar nada fiable que lo certifique. Si ha quedado su obra, esta maravillosa mansión como tantas otras que el caminante se encuentra en sus paseos moscovitas por todas partes, recuerdo de un glorioso pasado y tan maltrechas la mayoría que no se las augura un espléndido futuro si bien su presente desconchado a mi me produce una vuelta al pasado romántico que también tuvo esta ciudad envuelta a en mas guerras que otra cosa pero capaz de resistirlas todas.
Dicen que el tal Igumnov también se suicidó finalmente pero por más que he buscado no he podido encontrar nada fiable que lo certifique. Si ha quedado su obra, esta maravillosa mansión como tantas otras que el caminante se encuentra en sus paseos moscovitas por todas partes, recuerdo de un glorioso pasado y tan maltrechas la mayoría que no se las augura un espléndido futuro si bien su presente desconchado a mi me produce una vuelta al pasado romántico que también tuvo esta ciudad envuelta a en mas guerras que otra cosa pero capaz de resistirlas todas.
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