Armenia solicita la entrada en la Unión Aduanera propugnada por Rusia.

Hace ya mucho, tanto que todavía no se habían enterado los mas listos de la escuela, que vengo diciendo que Rusia está formando un bloque hacia el Este mucho más poderosos en todos los ordenes que lo fue la URSS.

La ceguera de la UE y de EEUU que, vía OTAN u otras, se han empeñado en aglutinar el espacio post soviético en dudosas condiciones hasta convertirlo en un patio trastero, ha causado la reacción opuesta a la deseada en un país que se siente imperio, que es imperio y que no renuncia a nada en el concierto internacional y que ha sabido salir de su quiebra de 1998 con mucha más pujanza que tuvo nunca incluso su peso especifico internacional cada día está más presente dando serios revolcones al vaquero de turno americano o a la tibia, muy tibia, UE.

Vía soluciones diplomáticas fraguadas por gente muy especializada y formada, Rusia va reconstruyendo su esfera de influencia desde la cada día más formada y silenciosa CEI hasta la OCS, la OTSC o el último invento de la Unión Aduanera a la que ahora Armenia solicita incorporarse para continuar unida a Moscú como siempre y a la vez alejarse de un Occidente en el que no encuentra acomodo ni consuelo a  sus múltiples problemas y necesidades de reconocimiento como en el caso del genocidio armenio y la ocupación de la península de Anatolia por su ancestral enemigo y socio de la OTAN , Turquía, que une a sus múltiples agravios la posesión del Monte Ararat a cincuenta y pocos kilómetros de Erevan para que todos los armenios vean cada día su monte sagrado en el lado turco con lo que cada vez parece más lejano, para mi está muy cercano, el reconocimiento del nacimiento de la primera civilización del mundo después del Diluvio Universal, teoría sostenida como cierta no solo por historiadores y estudiosos armenios sino de todo el mundo pues parece muy demostrado el hecho de que el Arca de Noé se posó alli y si nadie quedó sobre la Tierra, necesariamente alli surgió el pueblo del que todos descendemos.

Ciertamente Occidente apoya a su aliado turco pero como un avestruz porque tarde o temprano las compensaciones territoriales y económicas por la barbarie sin sentido cometida en Anatolia tendrán que ponerse encima de la mesa y Rusia sabrá cuando y como hacerlo y Armenia lo sabe.

A la sordera mundial para con el pueblo víctima del genocidio a manos del gobierno de los Jóvenes Turcos, Armenia responde uniéndose a Rusia, en donde se siente comprendida, querida y apoyada y para fortalecer más aun esa unión aduanera que a buen seguro nos traerá mas de un quebradero de cabeza.

Y en este avance ruso en el nuevo orden mundial que sin duda se avecina y que acabará con un ciclo, el americano, ya agotado, no olvido al grupo BRICS pero eso queda para otro día.