...que el General Marin Bello Crespo impartió esta conferencia sobre Rusia en la UIMP, sin duda la mejor de aquel ciclo, y como me dijo que hiciera con ella lo que quisiera...pues lo hago...ofrecerosla en mi blog...
”La política nuclear es claramente uno de los elementos de la nueva doctrina militar que generó una considerable controversia dentro del establishment político y militar de Rusia. Los expertos que trataron de seguir estos debates a puerta cerrada fueron desagradablemente sorprendidos por una entrevista de Octubre de 2009 a Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad, órgano interinstitucional, similar al National Security Council de los Estados Unidos, cuyo encargo era la redacción de la nueva doctrina. Patrushev indicó que la nueva doctrina podría asignar las armas nucleares para "conflictos locales", lo cual habría representado una expansión masiva de la función de estas armas en la política de seguridad de la nación. Esa declaración provocó serias críticas dentro de diversos ámbitos de la política rusa, incluidos los militares, y muchos estudiosos de la política nuclear que esperaban con cierta inquietud para ver el resultado de ese debate. El resultado final fue una agradable sorpresa - en lugar de ampliar el papel de las armas nucleares, la nueva doctrina militar, de hecho, otorga un rol algo menor mediante el establecimiento de criterios más estrictos para su uso.
Al igual que la doctrina anterior, el nuevo documento distingue entre cuatro tipos de conflictos militares:
• Conflictos armados (básicamente, un enfrentamiento a pequeña escala entre dos Estados o dentro de un estado similar a la guerra en Chechenia);
• Guerras locales (la guerra con objetivos limitados, que afectan sólo a los intereses de los participantes inmediatos - un buen ejemplo es la guerra de Georgia de 2008);
• Guerras regionales (implica fuerzas significativas, uso del espacio aéreo y naval, que afecta a una gran región y tal vez incluso a coaliciones de Estados), y
• Guerras a gran escala (conflictos radicales, con objetivos de largo alcance que involucran a todas o la mayoría de las grandes potencias, fundamentalmente, una nueva guerra mundial.
. La Doctrina Militar del 2000 asigna las armas nucleares para el tercer y el cuarto tipo de conflictos, lo que representa una expansión importante de la función de estas armas (la doctrina anterior establecida en 1993 sólo asigna su posible uso a una guerra mundial). Obviamente,el indicio de Patrushev del posible uso de armas nucleares en conflictos de caracter local fue recibido con preocupación - no hay más que imaginar las amenazas nucleares emitidas por Moscú durante los conflictos similares a la guerra de 2008 en el Cáucaso.
La principal misión que le asigna la nueva doctrina a las armas nucleares es la "prevención de los conflictos militares nucleares o de cualquier otro conflicto militar". Esta misión se basa en "el mantenimiento de la estabilidad estratégica y la capacidad de disuasión nuclear en el nivel de suficiencia". En otra parte del documento el concepto de "suficiencia" se define como la capacidad “predeterminada” de infligir daño a un agresor en cualquier circunstancia.
LA GEOSTRATEGIA MILITAR DE RUSIA Y SU ENTORNO.
1.-Introducción.
Robert Cooper,
diplomático británico y asesor de Tony Blair durante su etapa de gobierno,
identificó en su libro” El nuevo imperialismo liberal”, publicado en 2006, tres
tipos de Estados: premodernos, modernos y postmodernos.
Los
premodernos son aquellos en los que el poder estatal no es capaz de imponer su
autoridad y se han convertido en escenarios de luchas internas entre facciones
que escapan a su control (Somalia, por ejemplo).
Los modernos
son los que guían su conducta exterior, en muchos casos, basándose en los
principios políticos expresados por Maquiavelo en “El Príncipe”, hace varios
siglos. Aplican la razón de estado y las teorías de Clausewitz en el sentido de
considerar la guerra como la continuación de la política por otros medios.Este
es el caso de la mayoría de los `países existentes, con matices..
Por último,
los postmodernos son los
que han renunciado a pensar en la seguridad en términos de conquista, y que han
hecho de la transparencia en sus relaciones, de la progresiva adopción de leyes
trasnacionales comunes y de la interdependencia, la seguridad compartida y la
aceptación de la mutua vulnerabilidad la
clave de su estabilidad y de su
bienestar. Los socios de la Unión Europea constituyen el más acabado ejemplo de
este grupo que, desde luego, es el más reducido de los tres, pues algunos de
los que podrían considerarse como tales no están por la labor de renunciar a su
hegemonía - los Estados Unidos- y otros, como Japón, no disfrutan de vecinos
con los que poder mantener relaciones propias del mundo postmoderno.
Rusia, aunque quisiera, no puede ser un país postmoderno. No puede
relajarse, ni disfrutar de la amistad de sus vecinos, ni compartir su seguridad
con ellos. En suma, sus proporciones geográficas, humanas, económicas, sociales
y políticas hacen de la Federación Rusa
un mundo en sí misma, sujeto a similares tensiones, tanto en su interior como
en su inmediata periferia, que las que definen, determinan y caracterizan la convulsa realidad de nuestro planeta. Es
un estado–imperio en el sentido en que Cooper se refiere a a los imperios, el último que queda, y por
tanto, sujeto al inestable equilibrio entre el orden imperial y su inevitable
resistencia a los cambios En su capacidad para mantener el orden en su
gigantesca estructura y, al mismo tiempo, acompasar su andadura internacional a
los retos que exige la modernidad , están las claves de su futuro e incluso de
su supervivencia.
2.-La Geopolítica como ciencia: principales teorías.
“Cambio excelente política
exterior por mejor
posición geográfica”
Cornelio Manescu, ministro de Exteriores
Rumano,
1971
El título de
esta ponencia es “La geoestrategia militar de Rusia y su entorno”. Para hablar
de ella, es necesario primero encuadrarla en el más amplio campo de la
Geopolítica y, más concretamente, en el de la Geoestrategia. El diccionario de la Real Academia Española
define la Geopolítica como la “ciencia que pretende fundar la política nacional
e internacional en el estudio sistemático de los factores geográficos,
económicos y raciales”, pero no deja de ser una definición limitada y escueta,
que ha ido creciendo en complejidad al ritmo del desarrollo de las teorías y
análisis geopolíticos desarrollados desde finales del siglo XIX.
Para la
mayoría de sus estudiosos, la Geopolítica
indica los lazos y las relaciones causales entre el poder político y el
espacio geográfico. Es una ciencia multidisciplinar, que va mucho más allá de
los aspectos geográficos y abarca los campos de la política, las relaciones
internacionales, la distribución espacial de la población y los recursos, las
leyes internacionales y el amplio abanico de las ciencias sociales. En
definitiva, define áreas geográficas fuertes y críticas, y las clasifica según
su importancia para las relaciones de poder.
Aunque los pioneros de la
Geopolítica fueron el sueco Rudolf Kjellén y el alemán Friedrich Ratzel-que
empleó por primera vez la noción del “espacio vital” y que es considerado padre
de la geopolítica- su verdadero impulso lo recibió de Sir Halford MacKinder con
su teoría de “la Tierra Corazón”,publicada en 1904 . Básicamente, MacKinder
divide el globo en dos zonas, el Núcleo ( Eurasia y Africa), y la Periferia,
que comprende todos los demás espacios
del globo. Para MacKinder, quien gobierna el este de Europa gobierna el Núcleo,
y quien domina el Núcleo domina el mundo. Su teoría se basa en la supremacía
del poder terrestre.
Unos años antes, en 1890, Alfred
Thayer Mahan escribió“La influencia del poder marítimo en la Historia”.En su
trabajo definió los seis factores que determinan el poder marítimo: posición
geográfica, configuración física, extensión del territorio, tamaño de la
población, carácter nacional y tipo de gobierno.
Simultáneamente, Mahan desarrolló su teoría sobre la
supremacía del poder naval. En ella, desarrollada en su libro” El problema de
Asia”,publicado en 1900, establecía tres zonas en ese continente:
-Una al norte
del paralelo de latitud 30º, de clima frio y dominada por el poder continental
(Rusia).
-Una entre los
paralelos 30º y 40º, de clima templado.
-Una al sur
del paralelo 40º, de clima cálido, dominada por el poder marítimo, (USA y UK).
Por tanto, la
zona entre las latitudes 30º y 40º era el
área de conflicto entre los
poderes continental y marítimo, que había que dominar para obtener la
supremacía mundial.
Para Mahan,
los poderes marítimos occidentales debían impedir a Rusia el acceso a los mares
calientes, aspiración secular de esta potencia, estableciendo para ello una
alianza con la potencia marítima japonesa.
El alemán Haushofer, ideólogo
geopolítico del nazismo, compartió la teoría de MacKinder e ideó las
Panregiones, orientadas de norte a sur . La Panregión es un concepto
desarrollado a partir de las Grosslibenformen de Ratzel ( grandes unidades
orgánico-culturales), y define un gran área funcional que vincula los Estados
del centro con las materias primas de la periferia. Las Panregiones que se
establecen representan la división del mundo en esferas de influencia de las
superpotencias. La idea base es la del panamericanismo expresado por la Doctrina
Monroe (“América para los americanos”), y se materializa en la delimitacion de
cuatro grandes areas geograficas cortadas longitudinalmente de norte a sur :
Panamérica dirigida por los Estados Unidos, Euráfrica bajo la dirección de
Alemania, Panrusia incluyendo la India y
Panasia con Japón como país líder.
Desde
entonces, diversas teorías geopolíticas se han sucedido tomando como modelos
las anteriores. Spykman estudió el factor equilibrante de la Tierra Orilla en
la pugna entre la Tierra Corazón y la Periferia. Henry Kissinger abogó durante
su etapa de Secretario de Estado de los Estados Unidos por un mundo tripolar,
incluyendo a China como balance geopolítico entre USA y la URSS. Finalmente, Samuel Huntington, desarrolló en
su libro “El choque de civilizaciones” (The Clash of Civilizations and the
remake of World Order) un concepto
estratégico basado más en la cultura que en la geografía, en el que augura que la guerra mundial futura se dará entre
alianzas de civilizaciones y no entre estados o grupos de Estados.
En su libro
“Geopolitics in a Changing World”, publicado en 2000, Klauss Dodds señaló que
los esquemas geopolíticos del pasado no han hecho más que generar tensiones y
problemas. Por su parte,O´Thuatail señala que la nueva geopolítica trata más de
los “mapas mentales “ que de los “mapas de los estados”, intentando superar la
fase de las “mitologías nacionales”.
3.- La Geoestrategia militar
Sin embargo, los geoestrategas no
han conseguido ponerse de acuerdo para definir en que consiste la Geoestrategia
, salvo en su subordinación a la Geopolítica y a las Relaciones
Internacionales. Rogers y Simon
sostienen que trata del ”ejercicio del poder sobre espacios críticos de
la superficie de la Tierra”; Zbigniewz Brzezinsky la define como “la mezcla de consideraciones
estratégicas y geopolíticas”; Lim Joo-Jock habla de “ la suma de factores
geográficos que interactúan para influir o intervienen para modificar el planeamiento estratégico”.
Existen, en definitiva, diversas versiones de geoestrategia dependiendo de las
diferentes escuelas que a lo largo del tiempo se han dedicado a su estudio.
La geoestrategia podría también ser definida como el estudio de la
incidencia de los factores geográficos
en el planeamiento de estrategias políticas y militares, unos factores
geográficos que abarcan ya no sólo los aspectos físicos, sino los humanos, los
económicos y los políticos, teniendo en cuenta también las circunstancias
ligadas a la ordenación del territorio y al medio ambiente y, desde luego, no
limitada ya al ámbito del globo terrestre y su inmediata atmósfera, sino a la
porción del espacio que es alcanzable y utilizable por la tecnología . En el
caso de la geoestrategia militar, es la toma en consideración de las
características geográficas globales del
territorio del Estado propio, y de los demás Estados que impliquen un interés
militar, en el planeamiento de la Defensa desde el punto de vista del empleo de
las Fuerzas Armadas y de la proyección del poder militar.
Existen también críticos que
sostienen que la moderna tecnología ha restado importancia a los factores
geográficos o que incluso los ha hecho irrelevantes. En el caso de Rusia, no es
posible llegar a esa conclusión; su tamaño y su posición en el planeta no permiten abstraerse del factor geográfico
como clave esencial de su política y de su futuro como nación , y como
referente fundamental de su doctrina militar. La historia de Rusia, como la de
las demás naciones del globo, ha estado y está condicionada en gran medida por
la geografía, y la desintegración de la Unión Soviética y Yugoslavia, así como la división de
Checoslovaquia son claros ejemplos de que los Estados, tal y como los conocemos
ahora, son seres vivos que luchan por
sobrevivir en un mundo inestable y hoy quizá más peligroso que nunca.
Como cualquier otra estrategia, en la
geoestrategia militar se trata de adecuar los medios a los fines; en este caso,
la aplicación de los medios militares ,su despliegue en el territorio
propio y sus objetivos militares en el
exterior en caso de ataque, y la protección de las zonas sensibles frente a un
ataque exterior. En definitiva, se trata de
optimizar el empleo de los recursos militares que es posible obtener con
los objetivos geoestratégicos a atacar o defender.
El propósito de esta ponencia es
analizar , a grandes rasgos, los factores geográficos, históricos ,políticos,
humanos y económicos básicos de Rusia, la estrategia militar de la URSS como
antecedente de la actual ,la transformación de la misma que se plasma en la nueva
doctrina militar aprobada por el presidente Medvédev en febrero de 2010, las
reacciones por parte de la OTAN ante la
aparición de esa doctrina y las tendencias estratégicas del entorno de Rusia,
así como una reseña del ambicioso plan de modernización que culminará en 2020.
4.-Un coloso multicontinental.
Samuel Hungtinton, en su libro”El
Choque de Civilizaciones”, calificó a
varios países como “torn countries”, naciones desgarradas debatiéndose entre
potentes rasgos culturales divergentes, y en algunos aspectos
antagónicos, para encontrar su verdadero ser. Uno de los países así designados es Turquía, en el que
una élite político económica, bajo el símbolo de Ataturk, lleva casi un siglo intentando arrastrar a la
población a la modernidad
europea, a pesar de la base asiática e islámica
de gran parte de la misma; otro es Méjico, siempre en la pugna cultural
entre sus elites criollas y la gran mayoría descendiente de los primitivos
pobladores, aferrada a unas costumbres que siglos de dominación española no
fueron suficientes para borrar, y que constituyen una parte fundamental del
alma mejicana.
Hungtinton también calificó a
Rusia de “torn country”, supuestamente dividido entre su alma europea y su alma
asiática, pero eso no es más que una mixtificación. La epopeya hacia el este de
los rusos, comenzada en el sigloXVI, rusificó los vastos territorios que se
extienden desde los Urales hasta los mares de Bering, Ojotsk y del Japón, en el
Extremo Oriente, luchando con pueblos ancestrales que fueron englobados en el
Imperio, mientras Vitus Bering, al servicio de los rusos, exploraba las costas
de Alaska.. Así pues, Rusia recibió en el Cáucaso, en el Asia Central y en sus lejanos confines orientales
elementos culturales que han enriquecido y diversificado a través de los siglos
su alma eslava, es decir, europea en el más genuino sentido de la palabra, como
no puede ser menos en una nación que ocupa el 40% del viejo continente . Rusia
es “rusa”- es decir, eslava más sus aportes asiáticos- y nunca ha dejado de
ser, a lo largo de la Historia, una gran potencia de Europa, y uno de los más
importantes exponentes de nuestro ser ,
de nuestra cultura y de nuestra civilización.
Pero la
entidad colosal de Rusia ha sido también
un obstáculo para su integración con el resto de Europa en una sola entidad
geopolítica: Rusia es, sencillamente, un gigante geográfico y humano que
abarca, solo en términos de espacio físico, casi una décima parte de las
tierras emergidas. Los más de 17 millones de kilómetros cuadrados de la
Federación Rusa , casi el doble del país que le sigue en extensión, son también
casi el doble de la superficie del continente europeo y con sus más de 142
millones de habitantes, es el noveno país del mundo por población, una
población que, con todo, habita en un territorio en gran medida despoblado,
habida cuenta de la proporción entre la extensión del territorio y el número de sus pobladores .
Su volumen
gigantesco es el mayor y más importante de los factores que condicionan el
análisis geopolítico de Rusia. Sin tener en cuenta los demás, esa
característica basta para definir que el punto de vista ruso sobre el mundo
tiene un carácter más continental que nacional. La Federación Rusa ocupa una
extensión equivalente al doble de Europa y de Oceanía, casi al 40% de Asia , al
56% de África, al 71% de América del Norte,y es prácticamente igual a América
del Sur. Si el zar Alejandro II no hubiera vendido Alaska-por algo mas de 7
millones de dólares- a Estados Unidos en 1867,la nación estaría asentada sobre tres
continentes, y es posible que la Guerra Fría hubiera sido un poco más fría aún
si los misiles soviéticos hubieran sido emplazados, en su propio territorio
soberano, en la misma Norteamérica.
Desde el punto
de vista de la geografía humana, el 80% de
sus más de 142 millones de habitantes es de etnia rusa; la mayor de las
minoría étnicas es la tártara, con casi un 4%, y en el conjunto de la
Federación conviven 160 grupos étnicos
que hablan 100 lenguas diferentes. El 73
% vive en zonas urbanas, la mayor parte en la Rusia europea,
los Urales y
el sudoeste de Siberia. Hay 13 ciudades de más de un millón de habitantes, con
más de diez millones en Moscú y casi cinco en San Petersburgo.
Rusia alberga
en su territorio las mayores reservas de gas natural del mundo, las segundas en
carbón y las octavas en petróleo .Es el mayor exportador de gas y el segundo de
petróleo y posee el 25% del agua dulce no congelada del planeta. El gas, el
petróleo, los metales y la madera constituyen el 80% de sus exportaciones. Con
todo, las exportaciones de gas y petróleo suponen menos del 6% del PIB , y no llegarán al 4% en este año, según las
previsiones del gobierno. El crecimiento de la economía rusa es espectacular,
pese al atraso en infraestructuras, que necesitan de fuertes inversiones para
modernizarse. Rusia crece cada año cerca de un 8%, y las clase medias
alcanza ya casi los 60 millones de
personas. Después de Estados Unidos, es el país con mayor número de
multimillonarios del mundo.
Un pueblo tan
extenso y diverso exige una organización política adecuada a sus
características, con una acusada descentralización administrativa .La vieja y
secular frase campesina, que expresaba la resignación con las palabras “Dios
está muy alto y el Zar está muy lejos”no tiene razón de ser en una
estructura de 83 entes federales
compuestos por 21 repúblicas (cada una con su propia Constitución) , 9
territorios, 46 provincias (oblasts),4 distritos autónomos, 1 oblast autónomo y
dos ciudades federales (Moscú y San Petersburgo).Como organización intermedia
entre la Federación y estos entes territoriales, se han creado siete distritos
federales, cada uno de ellos dirigido por un gobernador que es nombrado
directamente por el presidente de Rusia. El funcionamiento armónico de esta
dispar y compleja estructura político administrativa constituye el problema
esencial del Estado ruso, sometido a pulsiones centrífugas que el Kremlin trata
de controlar y dirigir. El dilema que plantea Cooper en “el nuevo imperialismo
liberal” tiene en Rusia su más acabado paradigma: el modelo imperial asegura el
orden, pero se resiste extraordinariamente a los cambios, y en este sentido ,
armonizar el orden realizando los cambios adecuados a un mundo dinámico,
incluidos los militares, es de primordial importancia.
La
distribución espacial de la población , la posición de su capital y de su
ciudad más importante y la cultura mayoritaria del país dan una clarísima idea
del carácter europeo de Rusia. Pero sus mayores fuentes de recursos energéticos, patrimonio fundamental
de la nación y base de la potencia y
prosperidad del estado, están en el Este. Rusia al oeste de los Urales es una
pujante nación europea, pero los vastos territorios que se extienden desde allí
hasta el Extremo Oriente le conceden el carácter de superpotencia y de actor
global de primera magnitud en los asuntos mundiales.
5.-Demasiados vecinos alrededor.
Rusia tiene
frontera con 14 países: Noruega,
Finlandia, Estonia, Letonia, Bielorrusia, Lituania, Polonia, Ucrania, Georgia,
Azerbaidján, Kazajistán, China, Mongolia y Corea del Norte. Además, tiene
fronteras marítimas con Japón y Estados Unidos ( Alaska).
Para analizar
las tendencias geoestratégicas de Rusia se hace preciso examinar este entorno
próximo, que desde el punto de vista político integra a miembros de la
Comunidad de Estados Independientes, a países del pertenecientes a la OTAN y a
la UE, a Estados comunistas supervivientes y a una gran potencia emergente y
susceptible de ser un rival formidable en el futuro, como China.
Los países
limítrofes con Rusia se extienden desde los confines septentrionales de Noruega
hasta el mar del Japón; los vecinos de la Federación ocupan el amplio espectro
que va de los países noreuropeos
desarrollados hasta la emergente China, pasando por un Caúcaso sembrado
de problemas y la vasta extensión de
Asia Central, donde se libra la batalla por el control de los inmensos recursos
energéticos que guarda en su seno y por el transporte de los mismos hasta sus
puntos de destino.
El 25 de
diciembre de 1991 se creó en Alma Ata la
Comunidad de Estados Independientes, formada por 10 de las 15 repúblicas ex
–soviéticas: los tres Estados bálticos no se unieron a la organización
alegando haber sido anexionados a la
fuerza a la Unión Soviética, Turkmenistán abandonó la CEI el 26 de agosto de
2005 para convertirse en miembro asociado y Georgia se retiró el 18 de agosto de 2009. Mongolia participa en algunas estructuras de
la CEI como observador y Ucrania no pertenece de iure a la misma al no haber
ratificado el estatuto de la
organización, siendo sin embargo uno de los fundadores y miembro del ente político, que tiene sus oficinas en
Minsk.
La creación de
la CEI supuso la liquidación de la URSSS, y según Vladimir Putin, su propósito fue permitir un “divorcio civilizado”
entre las repúblicas que formaban la Unión. Desde la creación de la CEI se han
firmado numerosos documentos acerca de cooperación económica, de defensa y de
relaciones internacionales entre sus estados miembros.
La realidad de
la CEI es problemática, habida cuenta de que carece de poderes supraestatales y
de que funciona sobre la base del consenso entre sus miembros, y teniendo en
cuenta además que estos son muy diferentes entre sí y sobre ellos gravita el
enorme peso político, económico y militar de Rusia, lo que les hace muy poco
entusiastas y proactivos.
6.-Tendencias geopolíticas de Rusia.
El futuro de Rusia como
potencia e incluso su existencia como Estado ha impregnado, una vez
desaparecida la URSS, el pensamiento y
la actividad de un grupo numeroso de sus hijos más preeminentes. Desde
Gorbachov hasta Primakov, sin olvidar a sus antecesores Trotsky y Frunze, han desarrollado sus ideas del papel de Rusia
en el mundo, de acuerdo con las escuelas
filosóficas de pensamiento más acorde con sus propias inclinaciones
intelectuales.
Debemos a la doctora Silvia
Marcu, del CSIC, la elaboración de un cuadro muy ilustrativo de estos distintos
puntos de vista.
Principales
corrientes de pensamiento en la Rusia postsoviética
Escuela de pensamiento
|
Exponentes
|
Lógica dominante en el sistema mundial
|
El Estatuto internacional de Rusia
|
Principales amenazas
|
Relación con los países de la CEI
|
Relación con el Occidente
|
Internacionalismo idealista
|
A.
Saharov
M. Gorbachov
Z. Kozârev
|
kantiana
|
Una
gran potencia, “normal” entre otras potencias mundiales
|
Crisis
y declive económico
|
No
representa una amenaza, ya que constituye el espacio para la integración
económica
|
Socios
y posibles aliados, cooperación total
|
Realismo defensivo
|
V.
Vernadski
A.
Arbatov
|
lockeana
|
Una
gran potencia en crisis
|
Conflictos
étnicos, políticos, económicos y militares
|
Algunos
Estados sí, debido a los conflictos étnicos y militares
|
Una
relación equilibrada, neutra; es posible la cooperación en ciertos ámbitos
|
Realismo agresivo
|
E.Primakov
|
Una
superpotencia
|
El
Occidente que intenta marginar el papel de Rusia en el sistema e infiltrarse
en su espacio tradicional de influencia
|
Representan
una amenaza
|
Hostilidad.
El Occidente tiene otra cultura; es posible una cooperación limitada, con
ventajas mutuas.
|
|
Expansionismo revolucionario
|
M.
Frunze
L. Trotki
|
hobbesiana
|
Una
superpotencia
|
El
complot de EEUU contra Rusia
|
Representarán
una amenaza hasta su reintegración en el nuevo imperio ruso
|
Hostilidad
abierta frente a EEUU, pero no con Europa, que puede ser un posible aliado
|
7.-El
mundo de Dughin
La escena geopolítica rusa actual está
dominada por tres grandes corrientes representa das respectivamente por
Alexandr Dughin, Guennadi Ziuganov y Dmitri Trenin.
La obra de Alexander Dughin, The
Essentials of Geopolitics (Lo esencial en la Geopolítica) representa el
libro de cabecera del expansionismo moderno ruso. En cambio, tanto la obra de
Ghenadi Ziuganov – The Geography of Victory (La Geografía de la
Victoria) como la de Nikolai Nartov Geopolitiks (Geopolítica) se suman a
la llamada escuela de pensamiento “civilizacionista”. El libro de Dimitri
Trenin The End of Eurasia (El fin de Eurasia) es, en su mayor parte, una
respuesta liberal a los proyectos geopolíticos rusos de tipo conservador y
expansionista.
Los tres autores muestran su
preocupación por el futuro geopolítico de Eurasia y por el papel de Rusia en la
zona de vecindad próxima. Sin embargo, cada cual tiene otro tipo de análisis y
propone otras soluciones. Los autores toman en consideración los cuatro tipos
de conflictos post-soviéticos - el “conflicto étnico y las tensiones
geopolíticas” (Cáucaso, Moldavia, Ucrania, Tayikistán, Chechenia), el
“conflicto energético” (la zona del mar Caspio), el “conflicto con los dictadores
soviéticos y las amenazas terroristas” (Asia Central), los “conflictos de
frontera” (Afganistán, Tayikistán) frente a los cuales presentan las opciones
estratégicas de Rusia y la política eurasiática de Moscú.
Según políticos y analistas
rumanos y británicos especialistas en la geopolítica rusa (Serebrian, 2004,
Alexe, 2006, Sagers, 2006), la política Vladimir Putin parece inspirarse en
gran medida en las teorías expansionistas de Dughin (una Rusia hegemónica,
dominadora de Eurasia, aliada de Alemania, Irán y Japón, frente al mundo
marítimo anglosajón) , y es cierto, si pensamos en la relación especial que
tiene Rusia con Alemania, a la que suministra un 70 por ciento de su necesario
energético, a la protección que Kremlin otorga a Irán, o al diálogo abierto que
tiene con Japón.
Alexander Dughin y la
corriente geopolítica de los “eurasianistas” parece ser la que más concuerda con la problemática rusa
actual y sus ambiciones globales. Aun así está revestida del pragmatismo y la
cautela de un Estado en fase de reconstrucción política, económica y militar.
8.-La estrategia militar soviética.
En el vasto y complejo escenario geográfico de
Rusia y sus vecinos próximos , se han aplicado distintas estrategias desde
1945, a tenor de los cambios políticos y de las circunstancias económicas y
sociales., que van de la estrategia global soviética durante la Guerra Fría a
una época, la actual, caracterizada por las reformas en las fuerzas armadas
rusas y un ambicioso plan de rearme y modernización para adaptarse a los
objetivos y realidades de una Rusia que quiere recuperar su peso en los asuntos
mundiales.
Desde la Segunda Guerra Mundial, la Rusia
soviética, convertida en superpotencia mundial por su victoria en la Gran
Guerra Patria, saltó más allá de sus fronteras en el Oeste y trazó su glacis defensivo contra el mundo
capitalista en el corazón de Alemania, englobando los países del este de Europa
tras una cortina que Churchill bautizó como el “telón de acero”. Estados Unidos
y sus aliados contestaron con la creación de la OTAN, estableciendo un cinturón
político militar que se extendía desde el Ártico noruego hasta las fronteras
orientales de Turquía. Comenzó la Guerra Fría, caracterizada por el temor a una
guerra nuclear y la implantación de estrategias encaminadas a prevenir un
conflicto global mediante el respeto militar al adversario.
En 1962, el
mariscal Vasily Danilovich Sokolovsky, junto con un equipo de
colaboradores militares, elaboró el libro”Estrategia Militar”, un tratado de
referencia para la formación de los oficiales de las Fuerzas Armadas, que
comprendía un recorrido por la Segunda Guerra Mundial y la formulación de
principios estratégicos y de empleo con vistas a la guerra futura.
Como emanación
miltar de las decisiones tomadas del XXII Congreso del Partido Comunista de la
Unión Soviética, que consagró la liquidación definitiva de los vestigios
estalinistas que aún subsistían desde la muerte del dictador-simbolizada en la
retirada de su cadáver embalsamado de la Plaza Roja-, el trabajo de Sokolovsky
se enmarcó en el clima de relativa euforia económica y tecnológica de la URSS
en aquella época, plagada de éxitos en la carrera del espacio y con una
economía en rápido crecimiento, en paralelo con el auge del comunismo en los
países recién descolonizados y la adhesión de la Cuba de Fidel Castro a la
causa socialista.
Es
significativo, y también contradictorio, que ya en la introducción del libro,
el autor señalara que “al igual que en el pasado, el principio rector de la política exterior del Partido y el
Gobierno soviético es la lucha por una coexistencia pacífica entre los estados
con distintos sistemas sociales” para concluir, en el párrafo siguiente, que
“el Partido, plenamente consciente de su responsabilidad en el destino del mundo,
manifiesta el peligro que implica la
existencia del sistema capitalista mundial” Es curiosa la distinción de Partido
y Gobierno como los policías malo y bueno, y el sentido apocalíptico yacente en
la frase “acabar con la existencia” del sistema antagónico, por lo demás el
único enemigo reconocido explícitamente en la obra, a pesar de las profundas
divergencias con el otro coloso comunista, China, ya muy agudas y que tuvieron
su punto culminante en los combates del río Ussuri en 1969.
Sokolovsky, en
su trabajo, es muy consciente de que la tecnología ha introducido el vector
espacial en la estrategia militar, a la que acota como un arte subordinado a la
doctrina militar, que es en realidad el objeto de su libro. Reconoce los niveles estratégico, operacional y táctico y
su distinción en los objetivos y en los
medios a emplear para alcanzarlos, subordinando absolutamente la doctrina
militar y la subsiguiente estrategia a la consecución de objetivos políticos,
desarrollando de este modo una vía de pensamiento absolutamente clasista, cuyo
objetivo es implantar la paz perpetua socialista mediante la aniquilación total
del oponente.
Sokolovsky
revisa en consecuencia el concepto de teatro de operaciones ampliándolo hasta el espacio al alcance de los misiles y de la
aviación estratégica, y aboga por ataques potentes , masivos u profundos en la
zona de contacto con el enemigo , previamente desgastado por el fuego
convencional y nuclear, simultáneos con ataques nucleares a los centros
neurálgicos del adversario, por lejanos que éstos sean, si pueden ser atacados.
En su análisis
de la estrategia militar occidental, Sokolovsky considera que el criterio de
guerra nuclear total fue abandonado por la OTAN cuando los “imperialistas”
tuvieron que reconocer que su superioridad nuclear había concluido; adoptando
la estrategia de “respuesta flexible” como un reconocimiento implícito de su
debilidad. Seguramente influido por su activo papel en la guerra contra
Alemania, afirma que USA , al desplegar armas nucleares tácticas en territorio
alemán, quiere descargar en “los vengadores de Alemania Occidental”, la
responsabilidad de desencadenar la guerra.
En todo caso,
la doctrina militar de Sokolovsky refleja el pensamiento político soviético de
su tiempo : el de una potencia no solamente estatal, sino exponente de una
manera absoluta de entender el mundo con
un único oponente , el capitalismo,al que, pese a las buenas palabras de
Kruschev y sus soflamas de “convivencia pacífica” solo cabe destruir.
En relación
con el ámbito de empleo de las fuerzas, Sokolovsky establece los siguientes
enunciados:
-El ámbito de
la guerra abarca todo el territorio de los estados de las coaliciones
enfrentadas, y no solo los teatros de operaciones, como en el pasado.
-Los objetivos
de la guerra moderna serán las armas nucleares estratégicas del enemigo, su
economía, su sistema de mando y control militar y de gobierno y, naturalmente,
las fuerzas terrestres, navales y aéreas en el teatro de operaciones.
-Los objetivos
primarios se encontrarán más allá de los teatros de operaciones, muy dentro del
territorio enemigo.
-Los potentes
instrumentos estratégicos-La Fuerza de Misiles Estratégicos y, en cierta
medida, la aviación de gran radio de acción- tienen por misión destruir las
armas estratégicas enemigas, desorganizar el país y aniquilar las principales
unidades en el teatro de operaciones; esto se hará atacando con misiles
nucleares.
-La Fuerza de
Misiles Estratégicos no tiene porqué planear sus ataques en coordinación con el
Ejército de Tierra, pues aquélla no es un medio para apoyar a éste último.
-Las
operaciones navales no tienen porqué relacionarse con los teatros terrestres.
-Hay que
oponerse a los imperialistas con operaciones decididas y activas de nuestras fuerzas armadas y, predominantemente,
con devastadores ataques nucleares estratégicos.
-La defensiva
estratégica y la estrategia defensiva deben ser incuestionablemente descartadas
por extremadamente peligrosas para el país.
Es decir, que
la Unión Soviética se mantenía en los principios de la guerra nuclear
total, considerando la inviabilidad práctica de ésta y con la
esperanza de que el viento a favor que la coyuntura histórica les deparaba en
aquellos momentos llevaría al mundo a abrazar el comunismo sin tener que llegar
a la aniquilación del planeta. En este sentido, la idea tuvo la aceptación
implícita de ciertos círculos intelectuales europeos, supuestamente
amedrentados con el apocalipsis de una hecatombe nuclear, una aceptación
plasmada en una frase que hizo furor años después “ antes rojos que muertos”.
A pesar de
estas previsiones, la Unión Soviética implosionó en 1991 sin que nadie la
atacara, y tanto Rusia como las otras
Repúblicas ex soviéticas se encontraron con unas gigantescas Fuerzas
Armadas derrotadas sin lucha, con miles de cabezas nucleares dispersas en todo el territorio e incontables
y graves problemas de personal como consecuencia del repliegue de su glacis
europeo y del necesario reajuste para reflotar los nuevos países de la extinta
Unión. Unas Fuerzas Armadas que habían librado una guerra de nueve años
en Afganistán, un país pobre y fronterizo con la Unión Soviética del que
hubieron de retirarse en 1989 tras sufrir en el conflicto 14.000 muertos y casi
36000 heridos en una guerra que duró más de nueve años..
Hay expertos
que consideran que la invasión de Afganistán fue una guerra defensiva ante el
peligro de desestabilización de las repúblicas musulmanas soviéticas de Asia
Central ante el creciente fundamentalismo islámico afgano. El hecho es que fue
un tremendo error, y no solo para una Unión Soviética cuya descomposición fue
acelerada por el conflicto.
Por otra
parte, el gran esfuerzo militar soviético durante décadas para contrarrestar la
siempre amenazante superioridad tecnológica del Oeste no pudo resistir el
órdago de Ronald Reagan y su “guerra de las galaxias”. La economía de la Unión
Soviética había llegado a extremos ruinosos y todo el sistema se derrumbó.
9.-Las fuerzas armadas rusas tras el
colapso soviético.
Las
consecuencias del colapso soviético fueron devastadoras para las fuerzas
armadas de la Rusia que emergió de las cenizas de la extinta Unión. Tras años
de desmoronamiento, en 1998 solo un 30% del armamento podía considerarse
moderno, frente al 60/80% en el caso de la OTAN. Otro tercio era literalmente
inservible, y un 60% llevaba en servicio dos veces más tiempo del deseable. En
el año 2000, solo dos o tres divisiones del ejército se hallaban plenamente
operativas, un 80% de los misiles estratégicos había superado su vida
operativa, un 70% de los buques de la Armada necesitaba reparaciones
importantes y dos tercios de los aviones no podían volar. En 1996, más de la
mitad de los oficiales abandonaba la carrera por falta de perspectivas y, según
una estimación, unos 40.000 soldados habían desertado entre 1994 y la primera
mitad de 1998.
Dado el estado
precario del armamento y material, las cifras de la teórica superioridad
militar de Rusia sobre los Estados Unidos carecían de valor: en 1998, Rusia
tenía 16.210 carros de combate frente a los 8.369 norteamericanos; 16.453
piezas de artillería frente a 7.225; 72 submarinos de ataque frente a 66; 26
submarinos estratégicos frente a 18; y 829 misiles balísticos frente a 755,
aunque fuese inferior en aviones de combate,2868 frente a 4.475, en buques
pesados de superficie,44 frente a 134 y en bombarderos estratégicos,66 frente a
174.
Con todo, lo
peor era que la industria de defensa había quedado reducida en dos tercios, y
que el agujero tecnológico se agrandaba a ojos vistas.
Con Putin en
la presidencia,, la recuperación de la economía y el incremento del precio del
petróleo permitieron una recuperación paralela del gasto militar.En 2000
aumentó un 1%, pero en 2001 el crecimiento fue del 97% para mantener en 2002 un
aumento del 30%.El presupuesto de 2005 fue de 18.000 millones de dólares, un
28% más que el del año anterior, alcanzando el 2,8% del PIB, lejos del 3,5 %
previsto en la era Yeltsin y aun mas lejos del 6% de USA. Con todo, la CIA
estimó que en 2000 el gasto militar ruso osciló entre el 9 y el 13 por ciento
del PIB, lo que significaba un crecimiento considerable del gasto en defensa.
En todo caso,
la cúpula militar no se consideraba satisfecha. El general Andrei Nikolayev,
presidente de la Comisión de Defensa de la Duma, afirmó en 2001 que el
presupuesto no permitía la solución de ningún problema importante. Lo mismo
dijo el ex jefe del estado mayor, Anatoli Kvashin, del gasto de 2005.
Al hilo de
esta cuestión, el arsenal nuclear ruso contaba en 2001 con 324 misiles
balísticos a bordo de submarinos , 19 de ellos nucleares, mas otros 180 a bordo
de submarinos ya retirados del servicio, 776 misiles balísticos emplazados en
silos terrestres y 74 bombarderos pesados portadores de misiles de crucero y de
cargas nucleares. Rusia además estaba construyendo un nuevo misil
intercontinental, el Topol M2, que podría dotarse de vehículos múltiples de reentrada
independientes. También se había embarcado en programas convencionales de
torpedos, misiles antibuque, misiles de crucero, un avión de reconocimiento,
vehículos de reconocimiento no tripulados y tecnologías antisatélite.
La capacidad,
sin embargo, de producir y mantener estos materiales era dudosa, y ello
redundaba en el innegable interés de Moscú en los acuerdos de reducción de
armamentos, aunque algunas intervenciones de Putin tendían a hacer creer en que Rusia quería dar la réplica militar a
Estados Unidos. En mayo de 2006, Putin afirmó que su país contaba con dos
nuevos submarinos atómicos portadores de misiles estratégicos, al tiempo que se refirió a la
fabricación de armas de precisión para permitir el mantenimiento del
“equilibrio de fuerzas”.
10.-La Doctrina Militar de 2000
La Doctrina
Militar aprobada en Enero de 2000 identificaba varias amenazas externas, como
las vinculadas con reivindicaciones territoriales ( Cáucaso), la no
consideración de los intereses de la Federación Rusa en la resolución de problemas de seguridad
internacional (Yugoslavia ), la creación de alianzas que rompiesen el equilibrio
existente en las fronteras (Ucrania), la ampliación de los bloques militares
(extensión de la OTAN al Este) o el envío de fuerzas, violando la carta de las
Naciones Unidas, a estados amigos o limítrofes (países bálticos).
Era evidente
que en estas amenazas se recogían los hechos puntuales de los conflictos
yugoslavo y chechenio, de la ampliación de la OTAN o de determinados
movimientos norteamericanos en el patio trasero de Rusia. Frente a ellas, Moscú
invocaba su derecho a utilizar en primer lugar las armas nucleares. Siempre
sobre la base de la percepción de que las armas nucleares eran un factor de
disuasión y una garantía de seguridad.
Así, Rusia se
reservaba “el derecho a utilizar armas atómicas para responder a un ataque que
emplee medios nucleares u otras armas de destrucción masiva, así como una
agresión a gran escala con armas clásicas si se registra una situación crítica
para la seguridad del país”.
La Doctrina
apuntaba a que un conflicto nuclear con USA era muy improbable y prestaba
atención a otros escenarios como las misiones de paz, las operaciones
especiales y antiterroristas y las guerras locales.
La doctrina
identificaba cinco grandes causas de tensión:
1. -Retos
derivados de la globalización:
-Proliferación de armas de destrucción masiva.
-Terrorismo
-Inestabilidad étnica y religiosa.
-Narcotráfico y crimen organizado.
2.-El empleo de
la fuerza por coaliciones de carácter temporal, en alguna de las cuales podría
incluirse Rusia.
3.-La defensa
de los intereses de los estados a través del uso de la fuerza.
4.-La fusión
de los terrorismos interno e internacional.
5.-El
crecimiento de los movimientos y organizaciones no gubernamentales.
En el verano
de ese mismo año 2000 surgieron disensiones en el seno de la cúpula militar
sobre la importancia que debía darse a las armas nucleares. El jefe de Estado
Mayor, Anatoli Kvashin, en franca contradicción con el ministro de defensa,
mariscal Igor Sergueyev, señaló que los misiles estratégicos no podían seguir
siendo el único medio de defensa de Rusia y, teniendo en cuenta la intervención
de la OTAN en Serbia y Montenegro, y la guerra de Chechenia, reclamó
reducciones significativas de cabezas
estratégicas.
Aunque Putin
guardó en principio silencio, posteriormente destituyó a Sergueyev y preconizó
la reducción de los efectivos de 1.200.000 a 800/850.000, abundando además en
la idea de abordar cuanto antes la plena profesionalización del las fuerzas
armadas.
Los planes de
reducción de efectivos debían venir acompañados de la configuración de unidades
de despliegue rápido en la proximidad de regiones sensibles como el Caúcaso o
Asia Central, sin olvidar las amenazas que representaban la OTAN en Europa y
China en Asia.
11.-La Doctrina Militar de 2010
El 5 de febrero de 2010, el
presidente Medvédev promulgó la nueva Doctrina Militar rusa. Al mismo tiempo
que un documento relativo a los fundamentos la política estatal en materia de
disuasión nuclear hasta 2020.Mientras la doctrina fue colgada en idioma ruso en
la página web del Kremlin, el documento sobre disuasión nuclear no está disponible.
El experto
ruso Nikolai N. Sokov hizo en el CNS (Centro de Estudios de No proliferación),
el siguente análisis de los asectos nucleares de la Doctrina:
”La política nuclear es claramente uno de los elementos de la nueva doctrina militar que generó una considerable controversia dentro del establishment político y militar de Rusia. Los expertos que trataron de seguir estos debates a puerta cerrada fueron desagradablemente sorprendidos por una entrevista de Octubre de 2009 a Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad, órgano interinstitucional, similar al National Security Council de los Estados Unidos, cuyo encargo era la redacción de la nueva doctrina. Patrushev indicó que la nueva doctrina podría asignar las armas nucleares para "conflictos locales", lo cual habría representado una expansión masiva de la función de estas armas en la política de seguridad de la nación. Esa declaración provocó serias críticas dentro de diversos ámbitos de la política rusa, incluidos los militares, y muchos estudiosos de la política nuclear que esperaban con cierta inquietud para ver el resultado de ese debate. El resultado final fue una agradable sorpresa - en lugar de ampliar el papel de las armas nucleares, la nueva doctrina militar, de hecho, otorga un rol algo menor mediante el establecimiento de criterios más estrictos para su uso.
Al igual que la doctrina anterior, el nuevo documento distingue entre cuatro tipos de conflictos militares:
• Conflictos armados (básicamente, un enfrentamiento a pequeña escala entre dos Estados o dentro de un estado similar a la guerra en Chechenia);
• Guerras locales (la guerra con objetivos limitados, que afectan sólo a los intereses de los participantes inmediatos - un buen ejemplo es la guerra de Georgia de 2008);
• Guerras regionales (implica fuerzas significativas, uso del espacio aéreo y naval, que afecta a una gran región y tal vez incluso a coaliciones de Estados), y
• Guerras a gran escala (conflictos radicales, con objetivos de largo alcance que involucran a todas o la mayoría de las grandes potencias, fundamentalmente, una nueva guerra mundial.
. La Doctrina Militar del 2000 asigna las armas nucleares para el tercer y el cuarto tipo de conflictos, lo que representa una expansión importante de la función de estas armas (la doctrina anterior establecida en 1993 sólo asigna su posible uso a una guerra mundial). Obviamente,el indicio de Patrushev del posible uso de armas nucleares en conflictos de caracter local fue recibido con preocupación - no hay más que imaginar las amenazas nucleares emitidas por Moscú durante los conflictos similares a la guerra de 2008 en el Cáucaso.
La versión final de la Doctrina Militar de
2010 mantuvo este carácter, sin embargo. Las armas nucleares siguen teniendo un
rol en conflictos regionales y guerras en gran escala y son consideradas como
"un factor importante en la prevención de los conflictos nucleares y
militares que implican bienes convencionales (conflictos a gran escala y
regionales)." Al igual que la versión anterior, el nuevo documento indica
claramente que una guerra regional convencional podría escalar a un conflicto
nuclear. A diferencia del documento del año 2000, ésta disposición está
redactada en términos más amplios - esto ya no es visto sólo como un medio para
disuadir a los Estados que podrían atacar a Rusia con fuerzas armadas
convencionales, sino también como una expresión de preocupación ante una
posible escalada nuclear en otros lugares.
El cambio más significativo en la redacción de la política nuclear es el nuevo criterio para el empleo de armas nucleares. Se ha vuelto más estricto. Considerando que el documento anterior, preveía el recurso a las armas nucleares "en situaciones críticas para [la] seguridad nacional" de Rusia, la versión 2010 permite su uso en situaciones en las que la existencia misma de Rusia está en peligro”.
El cambio más significativo en la redacción de la política nuclear es el nuevo criterio para el empleo de armas nucleares. Se ha vuelto más estricto. Considerando que el documento anterior, preveía el recurso a las armas nucleares "en situaciones críticas para [la] seguridad nacional" de Rusia, la versión 2010 permite su uso en situaciones en las que la existencia misma de Rusia está en peligro”.
Al igual que el documento anterior, la Nueva
Doctrina se reserva del derecho al “primer uso” no sólo como respuesta ante un
ataque nuclear o con armas de destrucción masiva de otro tipo (una ligera
revisión de las garantías negativas de seguridad que se ha vuelto común entre
los estados poseedores de armas nucleares desde 2000), pero también como
respuesta a un ataque convencional.
La principal misión que le asigna la nueva doctrina a las armas nucleares es la "prevención de los conflictos militares nucleares o de cualquier otro conflicto militar". Esta misión se basa en "el mantenimiento de la estabilidad estratégica y la capacidad de disuasión nuclear en el nivel de suficiencia". En otra parte del documento el concepto de "suficiencia" se define como la capacidad “predeterminada” de infligir daño a un agresor en cualquier circunstancia.
Si bien estas disposiciones son
bastante estándar para cualquier tipo de estado poseedor de armas nucleares, la
Doctrina contiene un elemento nuevo: se asigna el criterio de alta precisión (aparentemente) al propósito
de la posesión de estas armas: la disuasión estratégica. Esto indica claramente
que Rusia tiene previsto seguir la misma trayectoria que los Estados Unidos y
equipar una parte de sus vectores estratégicos con ojivas convencionales.
Una característica interesante de la Doctrina de 2010 es su énfasis en la función de disuasión estratégica. La elección de los términos parece indicar que Rusia no asigna un papel sub.estratégico o táctico a las armas nucleares.
Una característica interesante de la Doctrina de 2010 es su énfasis en la función de disuasión estratégica. La elección de los términos parece indicar que Rusia no asigna un papel sub.estratégico o táctico a las armas nucleares.
En general, la doctrina de 2010 dedica menos
atención a la componente nuclear de las Fuerzas Armadas que la anterior. Esto
es evidente en el nivel más superficial: hay menos puntos sobre el uso de las
armas nucleares y de la postura nuclear en general, la doctrina insiste mucho
más en las fuerzas convencionales y, en particular en activos de alta
precisión, comunicaciones, sistemas de mando y control, y otros elementos en
los que Rusia ha ido tradicionalmente por detrás de otras grandes potencias
militares. Este cambio refleja el cambio de foco de la dirección política y
militar actual sobre la reforma militar, así como la disposición, contenida en
el Concepto de Seguridad Nacional de 2000, que considera la dependencia de las
armas nucleares como una cuestión de fondo hasta que la modernización de las
Fuerzas Armadas sea completada.
La Doctrina identifica como principales
amenazas externas las siguentes:
a)
La intención de la OTAN de adquirir un papel global
, en violación de la ley internacional, y llevar la infraestructura militar de
sus países miembros hasta las fronteras
de Rusia, incluyendo la expansión del bloque.
b)
Intentos de desestabilizar la situación en algunos
estados y regiones y de socavar la estabilidad estratégica.
c)
El despliegue de contingentes militares de Estados
extranjeros en territorios vecinos a Rusia y sus aliados , así como en sus
aguas adyacentes.
d)
El establecimiento y despliegue de sistemas de defensa de misiles estratégicos
que socavan la estabilidad global y violan el equilibrio de poder en el ámbito
nuclear, así como la militarización del espacio exterior, y el despliegue de
sistemas nucleares no estratégicos y de armas de precisión.
e)
Reclamaciones territoriales contra Rusia y sus
aliados e intromisión en sus asuntos internos.
f)
La proliferación de las armas de destrucción
masiva, misiles y tecnología misilística, y el incremento de los países poseedores de armas nucleares.
g)
La violación de acuerdos internacionales, y el
colapso de los tratados sobre limitación y reducción de armas.
h)
El empleo de la fuerza militar en los territorios
de estados vecinos a Rusia en violación de la carta de las Naciones Unidas y
otras normas legales internacionales.
i)
La escalada de conflictos en territorios vecinos a
Rusia y a sus aliados .
j)
La extensión del terrorismo internacional.
k)
La emergencia de focos de tensión interétnica,las actividades de
grupos radicales internacionales en áreas adyacentes a las fronteras de Rusia y
sus aliados, así como la presencia de conflictos territoriales. El auge del
separatismo y el violento extremismo religioso en algunas partes del mundo.
12.-Reacciones
de la OTAN a la Doctrina Militar.
Tras la publicacion de la Doctrina militar,
tanto la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Madeleine
Albright, como el Secretario General de
la OTAN se apresuraron a manifestar que en ningún caso la extensión de la alianza
a los antiguos países de la órbita soviética significaba hostilidad alguna
hacia la Federación Rusa. Sin embargo, no es esa la percepción de Moscú sobre
esa extensión. La guerra de Afganistán significaba el intento de la Alianza
Atlántica de erigirse como policía mundial, y en ese sentido se redactó el
párrafo primero de lo que Rusia considera amenazas a su seguridad. Desde el
colapso de la URSS, los países bálticos y los del este de Europa percibieron su
integración en la Alianza como el mejor modo de asegurar su seguridad en un
escenario de incertidumbre y cambios en la escena mundial. El apoyo
norteamericano a las llamadas “revoluciones naranja” y los esfuerzos de Ucrania
y Georgia por acogerse al paraguas estadounidense a través de su adhesión a la
OTAN, así como la pugna de los oleoductos para esquivar a Rusia en el
transporte del gas de las repúblicas de Asia Central, motivaron no solo la
reacción de Moscú, sino las posturas de Alemania y Francia , contrarias a
considerar a Rusia una potencia hostil.
Por su parte, Rusia conoce bien los
desequilibrios internos de la Alianza, su dependencia de los Estados Unidos a
todos los niveles, y la debilidad de los estados postmodernos europeos para
comprometer sus fuerzas militares. Putin dijo en cierta ocasión: ” Rusia
respeta la fuerza y el poder allí donde se ejerce” y en ese sentido le importan
más las relaciones con los Estados que Rusia considera “fuertes” que con la
Alianza en sí misma.
Es evidente que un conflicto entre la OTAN y
la Federación Rusa es altamente improbable, pero es difícil en Washington
sustraerse a las tentaciones hostiles hacia la antes temida “tierra corazón “
euroasiática encarnada en el coloso ruso. Por su parte, Rusia está interesada
en mantener sus puentes abiertos hacia Irán y la India, en un juego geopolítico
de balance con la alianza de USA con Pakistán, y de control del adversario
chino.
En todo caso, se impone la cooperación de la
OTAN y Rusia, extraordinariamente importante en un mundo globalizado, donde
cada actor debe asumir un papel de modo que la manida expresión “comunidad
internacional” adquiera su verdadero significado, máxime cuando el principio de
la “responsabilidad de proteger”, enunciado por la ONU en 2005, comienza a
adquirir cuerpo en algunas partes del mundo.
13.-El plan de rearme militar.
Las fuerzas
armadas y su modernización constituyen una de las grandes prioridades de la
Rusia actual
En la
actualidad se está desarrollando un vasto plan de reformas y rearme que tiene
prevista su culminación en 2020, conun coste previsto de 700.000 millones de
dólares, y que ha tenido en cuenta las lecciones aprendidas, especialmente en
las guerras del Cáucaso. Se trata de establecer un sistema de mando y control
potente y flexible, y de modernizar los
materiales en consonancia con los estándares de un ejército profesional, capaz
de intervenir en todo tipo de misiones, solo o en coalición.
Las fuerzas
nucleares contaran con el SLBM Bulavá, y con un potente ICBM sucesor del SS-18
SATAN. Se armarán 10 regimientos con misiles ISKANDER, y se fabricaran 56 unidades
de DAA S-400 y 10 de S-500.
La Armada ,
cuyo único portaaviones es el Almirante Kutnezsov, ha negociado la adquisición
de cuatro portahelicópteros de clase “Mistral” a Francia., de los que tiene
previsto asignar uno a la flota del Báltico y otro a la del mar
Negro.Precisamente la falta de buques de asalto anfibio causó muchas
dificultades durante la intervención militar en Georgia.
En total se
construirá un centenar de buques. 35 corbetas, 16 fragatas y diversos buques de
apoyo, además de los ocho submarinos atómicos de clase “Borey” portadores de
misiles balísticos.
Las fuerzas
aéreas recibirán en el periodo 600 aviones de combate y transporte y se
fabricarán 1000 helicópteros de todas clases.
La educación
militar ha sido reintroducida en las escuelas, y los ejércitos no han dejado de
tener, e incluso han aumentado, la incidencia en la vida de los ciudadanos que
ya tuvieron en la extinta Unión Soviética. El fenómeno del prestigio y la
influencia militar en el pueblo ruso es un síntoma del patriotismo que impregna
alos ciudadanos: Carlos Taibo señala en su libro “La Rusia de Putin” que muchos
ciudadanos prefieren el mantenimiento del estatus de superpotencia al
desarrollo de , por ejemplo, una seguridad social moderna.
14.-
El entorno de Rusia :cinco grandes áreas de importancia geopolítica.
Desde el punto
de vista geográfico , Rusia está rodeada por cinco grandes áreas geopolíticas:
el helado Ártico, Europa Occidental, considerando la parte rusa como el oriente
del continente, el Cáucaso, Asia Central y el Extremo Oriente.
El
calentamiento global ha puesto en primer plano el helado casquete polar ártico,
cuyos 21 millones de kilómetros cuadrados pierden un 10% de superficie helada
cada década. Esta circunstancia permitirá un más fácil acceso a los recursos
energéticos, minerales y pesqueros que guarda, y facilitará el tráfico marítimo
y el turismo. En
Estados Unidos
se calcula que en el Ärtico se halla el 30% de las reservas no encontradas de
gas natural y el 13% de las de petróleo; las consecuencias estratégicas de
estos datos hacen de la zona una de las más importantes a nivel
mundial.
En relación con el bloque
geopolítico de Europa Occidental, es preciso tener en cuenta la rápida
integración de los antiguos países del bloque oriental y de las repúblicas
bálticas en la UE y en la OTAN, provocando la desaparición del glacis protector
durante décadas y acercando la OTAN a las mismas fronteras occidentales de
Rusia, que enseñó los dientes para evitar cualquier veleidad de Ucrania.
Bielorrusia es en la práctica una
prolongación geopolítica del espacio ruso .En el “frente occidental”, los países de la
OTAN proporcionan a Rusia, por encima de las reticencias, unas fronteras
pacíficas y estables. No cabe descartar en el futuro un replanteamiento del
papel de la Alianza, en vista de la reticencia de los europeos a aumentar sus
gastos militares y al fracaso del intento de erigirse en gendarme de la ONU,
con una mayor implicación de Rusia en cooperación con Occidente.
El Caúcaso ha sido, desde la
restauración de Rusia como estado independiente, la mayor fuente de
preocupaciones para Moscú. Las guerras de Chechenia y el terrorismo
subsiguiente, las dos guerras de Georgia por Osetia del Sur y Abjasia, la
cuestión de Nagorno Karabaj entre Azerbaidjan y Armenia... hacen de esta zona
un punto geoestratégico peligroso para la seguridad de la Federación Rusa y un
área de muy previsible empleo de sus fuerzas armadas. En todo caso, seguirá siendo el patio
trasero de Rusia; nadie está interesado en intervenir en un avispero de
rendimiento escaso.
Asia Central constituye otro
núcleo geoestratégico de magnitud creciente, debido a las reservas de petróleo
y gas en la zona y de los intentos de Estados Unidos de disputar a Rusia el
control del transporte y la distribución de ambos recursos energéticos, en una
confrontación geoeconómica que se puede traducir por “guerra de
gaseoductos”,sin olvidar la incidencia de Afganistán, Irán y Pakistán en un
espacio tan sensible. El “Big game “ emprendido por los estados Unidos en Asia
Central, desde la independencia de las repúblicas ex soviéticas en 1991,
alcanzó su punto culminante con la ampliación de la Alianza Atlántica, la
construcción del gaseoducto Bakú-Tiflis- Cehyan, bordeando Rusia, y las
revoluciones naranja que tuvieron lugar en Georgia y Ucrania en 2003 y 2004.
Rusia contraatacó concediendo a
sus recursos la máxima prioridad y potenciando la superempresa Gazprom, que
explota y transporta petróleo y gas por las rutas del Blatico, la del Norte y
la del extremo oriente a sus clientes en todo el mundo.
Asia Central es importante para la seguridad
de Rusia.La cooperación económica será siempre bienvenida, pero la Federación
Rusa pugnará para mantener su supremacía en un área de la que depende para
desarrollar su economía. Los lazos de la CEI, aunque débiles, son un buen
amarre en la política exterior de la Federación. La política hacia Irán , más
moderada que la de Occidente, puede servir de factor estabilizador, atemperando
tensiones. El devenir de Afganistán condicionará el juego de unos y otros en
relación con China, la India y Pakistán, miembros del Grupo de Cooperación de
Shangai, que este año ha cumplido una década de su existencia y del que Rusia
es socio.
El Extremo Oriente contempla la emergencia
de China como gran potencia, en principio regional, frente a un Japón
adormecido en el postmodernismo. Hay otros retos, singularmente el que plantea
Corea del Norte, de momento controlada por Pekín. Tampoco es presumible una
confrontación chino- rusa, pues el gigante amarillo ha emprendido una senda de
total cooperación con la comunidad internacional, y no tiene el menor interés
en un conflicto en un área donde ya ejerce, en cierto modo, su hegemonía
geopolítica. Con Japón subsiste la reivindicación de las Kuriles y un estus
definitivo para la isla de Sajalin.
En resumen, Rusia posee los ingredientes
energéticos para recuperar su edad de oro, y su posición geográfica le señala
con claridad sus vectores militares de acción y de vigilancia. En un mundo
multipolar y con riesgos y amenazas que ya no son solo estatales, su fuerza es
y será también la fuerza de todos, y su papel es muy posible que sea más
relevante para el mundo que el que tuvo como cabeza y máximo exponente de la
Unión Soviética.
BIBLIOGRAFÍA.
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-Alberto Portillo. “Una aproximación a las
visiones geopolíticas globales”. 2003.
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- Silvia Marcu..”Geopolítica y geoestrategia en la Rusia
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Doctrina Militar de Rusia. 2010
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