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martes, 20 de diciembre de 2016

Hace ya cuatro años...Marin Bello

...que el General Marin Bello Crespo impartió esta conferencia sobre Rusia en la UIMP, sin duda la mejor de aquel ciclo, y como me dijo que hiciera con ella lo que quisiera...pues lo hago...ofrecerosla en mi blog...



                                                                                       

             LA GEOSTRATEGIA MILITAR DE RUSIA Y SU ENTORNO.


                                                   

1.-Introducción.

Robert Cooper, diplomático británico y asesor de Tony Blair durante su etapa de gobierno, identificó en su libro” El nuevo imperialismo liberal”, publicado en 2006, tres tipos de Estados: premodernos, modernos y postmodernos.

Los premodernos son aquellos en los que el poder estatal no es capaz de imponer su autoridad y se han convertido en escenarios de luchas internas entre facciones que escapan a su control (Somalia, por ejemplo).

Los modernos son los que guían su conducta exterior, en muchos casos, basándose en los principios políticos expresados por Maquiavelo en “El Príncipe”, hace varios siglos. Aplican la razón de estado y las teorías de Clausewitz en el sentido de considerar la guerra como la continuación de la política por otros medios.Este es el caso de la mayoría de los `países existentes, con matices..

Por último, los postmodernos son los que han renunciado a pensar en la seguridad en términos de conquista, y que han hecho de la transparencia en sus relaciones, de la progresiva adopción de leyes trasnacionales comunes y de la interdependencia, la seguridad compartida y la aceptación de la mutua vulnerabilidad  la clave de su estabilidad  y de su bienestar. Los socios de la Unión Europea constituyen el más acabado ejemplo de este grupo que, desde luego, es el más reducido de los tres, pues algunos de los que podrían considerarse como tales no están por la labor de renunciar a su hegemonía - los Estados Unidos- y otros, como Japón, no disfrutan de vecinos con los que poder mantener relaciones propias del mundo postmoderno.

Rusia, aunque quisiera,  no puede ser un país postmoderno. No puede relajarse, ni disfrutar de la amistad de sus vecinos, ni compartir su seguridad con ellos. En suma, sus proporciones geográficas, humanas, económicas, sociales y políticas  hacen de la Federación Rusa un mundo en sí misma, sujeto a similares tensiones, tanto en su interior como en su inmediata periferia, que las que definen, determinan y caracterizan  la convulsa realidad de nuestro planeta. Es un estado–imperio en el sentido en que Cooper se refiere a  a los imperios, el último que queda, y por tanto, sujeto al inestable equilibrio entre el orden imperial y su inevitable resistencia a los cambios En su capacidad para mantener el orden en su gigantesca estructura y, al mismo tiempo, acompasar su andadura internacional a los retos que exige la modernidad , están las claves de su futuro e incluso de su supervivencia.




2.-La Geopolítica como ciencia: principales teorías.  


                                                               “Cambio excelente política exterior por mejor       
                                                                 posición geográfica”
                                                                Cornelio Manescu, ministro de Exteriores
                                                                 Rumano, 1971


El título de esta ponencia es “La geoestrategia militar de Rusia y su entorno”. Para hablar de ella, es necesario primero encuadrarla en el más amplio campo de la Geopolítica y, más concretamente, en el de la Geoestrategia.  El diccionario de la Real Academia Española define la Geopolítica como la “ciencia que pretende fundar la política nacional e internacional en el estudio sistemático de los factores geográficos, económicos y raciales”, pero no deja de ser una definición limitada y escueta, que ha ido creciendo en complejidad al ritmo del desarrollo de las teorías y análisis geopolíticos desarrollados desde finales del siglo XIX.

Para la mayoría de sus estudiosos, la Geopolítica  indica los lazos y las relaciones causales entre el poder político y el espacio geográfico. Es una ciencia multidisciplinar, que va mucho más allá de los aspectos geográficos y abarca los campos de la política, las relaciones internacionales, la distribución espacial de la población y los recursos, las leyes internacionales y el amplio abanico de las ciencias sociales. En definitiva, define áreas geográficas fuertes y críticas, y las clasifica según su importancia para las relaciones de poder.

Aunque los pioneros de la Geopolítica fueron el sueco Rudolf Kjellén y el alemán Friedrich Ratzel-que empleó por primera vez la noción del “espacio vital” y que es considerado padre de la geopolítica- su verdadero impulso lo recibió de Sir Halford MacKinder con su teoría de “la Tierra Corazón”,publicada en 1904 . Básicamente, MacKinder divide el globo en dos zonas, el Núcleo ( Eurasia y Africa), y la Periferia, que comprende  todos los demás espacios del globo. Para MacKinder, quien gobierna el este de Europa gobierna el Núcleo, y quien domina el Núcleo domina el mundo. Su teoría se basa en la supremacía del poder terrestre.

Unos años antes, en 1890, Alfred Thayer Mahan escribió“La influencia del poder marítimo en la Historia”.En su trabajo definió los seis factores que determinan el poder marítimo: posición geográfica, configuración física, extensión del territorio, tamaño de la población, carácter nacional y tipo de gobierno.

Simultáneamente,  Mahan desarrolló su teoría sobre la supremacía del poder naval. En ella, desarrollada en su libro” El problema de Asia”,publicado en 1900, establecía tres zonas en ese continente:
-Una al norte del paralelo de latitud 30º, de clima frio y dominada por el poder continental (Rusia).
-Una entre los paralelos 30º y 40º, de clima templado.
-Una al sur del paralelo 40º, de clima cálido, dominada por el poder marítimo, (USA y UK).

Por tanto, la zona entre las latitudes 30º y 40º era el  área de conflicto entre  los poderes continental y marítimo, que había que dominar para obtener la supremacía mundial.

Para Mahan, los poderes marítimos occidentales debían impedir a Rusia el acceso a los mares calientes, aspiración secular de esta potencia, estableciendo para ello una alianza con la potencia marítima japonesa.

El alemán Haushofer, ideólogo geopolítico del nazismo, compartió la teoría de MacKinder e ideó las Panregiones, orientadas de norte a sur . La Panregión es un concepto desarrollado a partir de las Grosslibenformen de Ratzel ( grandes unidades orgánico-culturales), y define un gran área funcional que vincula los Estados del centro con las materias primas de la periferia. Las Panregiones que se establecen representan la división del mundo en esferas de influencia de las superpotencias. La idea base es la del panamericanismo expresado por la Doctrina Monroe (“América para los americanos”), y se materializa en la delimitacion de cuatro grandes areas geograficas cortadas longitudinalmente de norte a sur : Panamérica dirigida por los Estados Unidos, Euráfrica bajo la dirección de Alemania, Panrusia incluyendo la India y  Panasia con Japón como país líder.

Desde entonces, diversas teorías geopolíticas se han sucedido tomando como modelos las anteriores. Spykman estudió el factor equilibrante de la Tierra Orilla en la pugna entre la Tierra Corazón y la Periferia. Henry Kissinger abogó durante su etapa de Secretario de Estado de los Estados Unidos por un mundo tripolar, incluyendo a China como balance geopolítico entre USA y la URSS.  Finalmente, Samuel Huntington, desarrolló en su libro “El choque de civilizaciones” (The Clash of Civilizations and the remake of World Order)  un concepto estratégico basado más en la cultura que en la geografía, en el que augura  que la guerra mundial futura se dará entre alianzas de civilizaciones y no entre estados o grupos de Estados.

En su libro “Geopolitics in a Changing World”, publicado en 2000, Klauss Dodds señaló que los esquemas geopolíticos del pasado no han hecho más que generar tensiones y problemas. Por su parte,O´Thuatail señala que la nueva geopolítica trata más de los “mapas mentales “ que de los “mapas de los estados”, intentando superar la fase de las “mitologías nacionales”.


3.- La Geoestrategia militar


Sin embargo, los geoestrategas no han conseguido ponerse de acuerdo para definir en que consiste la Geoestrategia , salvo en su subordinación a la Geopolítica y a las Relaciones Internacionales. Rogers y Simon  sostienen que trata del ”ejercicio del poder sobre espacios críticos de la superficie de la Tierra”; Zbigniewz Brzezinsky la define  como “la mezcla de consideraciones estratégicas y geopolíticas”; Lim Joo-Jock habla de “ la suma de factores geográficos que interactúan para influir o intervienen para   modificar el planeamiento estratégico”. Existen, en definitiva, diversas versiones de geoestrategia dependiendo de las diferentes escuelas que a lo largo del tiempo se han dedicado a su estudio.





 La geoestrategia podría también  ser definida como el estudio de la incidencia  de los factores geográficos en el planeamiento de estrategias políticas y militares, unos factores geográficos que abarcan ya no sólo los aspectos físicos, sino los humanos, los económicos y los políticos, teniendo en cuenta también las circunstancias ligadas a la ordenación del territorio y al medio ambiente y, desde luego, no limitada ya al ámbito del globo terrestre y su inmediata atmósfera, sino a la porción del espacio que es alcanzable y utilizable por la tecnología . En el caso de la geoestrategia militar, es la toma en consideración de las características geográficas globales  del territorio del Estado propio, y de los demás Estados que impliquen un interés militar, en el planeamiento de la Defensa desde el punto de vista del empleo de las Fuerzas Armadas y de la proyección del poder militar.

Existen también críticos que sostienen que la moderna tecnología ha restado importancia a los factores geográficos o que incluso los ha hecho irrelevantes. En el caso de Rusia, no es posible llegar a esa conclusión; su tamaño y su posición en el planeta  no permiten abstraerse del factor geográfico como clave esencial de su política y de su futuro como nación , y como referente fundamental de su doctrina militar. La historia de Rusia, como la de las demás naciones del globo, ha estado y está condicionada en gran medida por la geografía, y la desintegración de la Unión Soviética  y Yugoslavia, así como la división de Checoslovaquia son claros ejemplos de que los Estados, tal y como los conocemos ahora,  son seres vivos que luchan por sobrevivir en un mundo inestable y hoy quizá más peligroso que nunca.

Como cualquier otra estrategia, en la geoestrategia militar se trata de adecuar los medios a los fines; en este caso, la aplicación de los medios militares ,su despliegue en el territorio propio  y sus objetivos militares en el exterior en caso de ataque, y la protección de las zonas sensibles frente a un ataque exterior. En definitiva, se trata de  optimizar el empleo de los recursos militares que es posible obtener con los objetivos geoestratégicos a atacar o defender.

El propósito de esta ponencia es analizar , a grandes rasgos, los factores geográficos, históricos ,políticos, humanos y económicos básicos de Rusia, la estrategia militar de la URSS como antecedente de la actual ,la transformación de la misma que se plasma en la nueva doctrina militar aprobada por el presidente Medvédev en febrero de 2010, las reacciones por parte de la OTAN  ante la aparición de esa doctrina y las tendencias estratégicas del entorno de Rusia, así como una reseña del ambicioso plan de modernización que culminará en 2020.


4.-Un coloso multicontinental.

Samuel Hungtinton, en su libro”El Choque  de Civilizaciones”, calificó a varios países como “torn countries”, naciones desgarradas debatiéndose entre potentes  rasgos  culturales divergentes, y en algunos aspectos antagónicos, para encontrar su verdadero ser. Uno de los  países así designados es Turquía, en el que una élite político económica, bajo el símbolo de Ataturk, lleva  casi un siglo intentando arrastrar a la


población a la modernidad europea, a pesar de la base asiática e islámica  de gran parte de la misma; otro es Méjico, siempre en la pugna cultural entre sus elites criollas y la gran mayoría descendiente de los primitivos pobladores, aferrada a unas costumbres que siglos de dominación española no fueron suficientes para borrar, y que constituyen una parte fundamental del alma mejicana.


Hungtinton también calificó a Rusia de “torn country”, supuestamente dividido entre su alma europea y su alma asiática, pero eso no es más que una mixtificación. La epopeya hacia el este de los rusos, comenzada en el sigloXVI, rusificó los vastos territorios que se extienden desde los Urales hasta los mares de Bering, Ojotsk y del Japón, en el Extremo Oriente, luchando con pueblos ancestrales que fueron englobados en el Imperio, mientras Vitus Bering, al servicio de los rusos, exploraba las costas de Alaska.. Así pues,  Rusia  recibió en el Cáucaso, en el Asia  Central y en sus lejanos confines orientales elementos culturales que han enriquecido y diversificado a través de los siglos su alma eslava, es decir, europea en el más genuino sentido de la palabra, como no puede ser menos en una nación que ocupa el 40% del viejo continente . Rusia es “rusa”- es decir, eslava más sus aportes asiáticos- y nunca ha dejado de ser, a lo largo de la Historia, una gran potencia de Europa, y uno de los más importantes exponentes de nuestro ser ,  de nuestra cultura y de nuestra civilización.

Pero la entidad colosal de Rusia ha sido  también un obstáculo para su integración con el resto de Europa en una sola entidad geopolítica: Rusia es, sencillamente, un gigante geográfico y humano que abarca, solo en términos de espacio físico, casi una décima parte de las tierras emergidas. Los más de 17 millones de kilómetros cuadrados de la Federación Rusa , casi el doble del país que le sigue en extensión, son también casi el doble de la superficie del continente europeo y con sus más de 142 millones de habitantes, es el noveno país del mundo por población, una población que, con todo, habita en un territorio en gran medida despoblado, habida cuenta de la proporción entre la extensión del  territorio y el número de sus pobladores .

Su volumen gigantesco es el mayor y más importante de los factores que condicionan el análisis geopolítico de Rusia. Sin tener en cuenta los demás, esa característica basta para definir que el punto de vista ruso sobre el mundo tiene un carácter más continental que nacional. La Federación Rusa ocupa una extensión equivalente al doble de Europa y de Oceanía, casi al 40% de Asia , al 56% de África, al 71% de América del Norte,y es prácticamente igual a América del Sur. Si el zar Alejandro II no hubiera vendido Alaska-por algo mas de 7 millones de dólares- a Estados Unidos en 1867,la nación estaría asentada sobre tres continentes, y es posible que la Guerra Fría hubiera sido un poco más fría aún si los misiles soviéticos hubieran sido emplazados, en su propio territorio soberano, en la misma Norteamérica.

Desde el punto de vista de la geografía humana, el 80% de  sus más de 142 millones de habitantes es de etnia rusa; la mayor de las minoría étnicas es la tártara, con casi un 4%, y en el conjunto de la Federación conviven  160 grupos étnicos que  hablan 100 lenguas diferentes. El 73 % vive en zonas urbanas, la mayor parte en la Rusia europea,
los Urales y el sudoeste de Siberia. Hay 13 ciudades de más de un millón de habitantes, con más de diez millones en Moscú y casi cinco en San Petersburgo.





Rusia alberga en su territorio las mayores reservas de gas natural del mundo, las segundas en carbón y las octavas en petróleo .Es el mayor exportador de gas y el segundo de petróleo y posee el 25% del agua dulce no congelada del planeta. El gas, el petróleo, los metales y la madera constituyen el 80% de sus exportaciones. Con todo, las exportaciones de gas y petróleo suponen menos del 6% del PIB ,  y no llegarán al 4% en este año, según las previsiones del gobierno. El crecimiento de la economía rusa es espectacular, pese al atraso en infraestructuras, que necesitan de fuertes inversiones para modernizarse. Rusia crece cada año cerca de un 8%, y las clase medias alcanza  ya casi los 60 millones de personas. Después de Estados Unidos, es el país con mayor número de multimillonarios del mundo.

Un pueblo tan extenso y diverso exige una organización política adecuada a sus características, con una acusada descentralización administrativa .La vieja y secular frase campesina, que expresaba la resignación con las palabras “Dios está muy alto y el Zar está muy lejos”no tiene razón de ser en una estructura  de 83 entes federales compuestos por 21 repúblicas (cada una con su propia Constitución) , 9 territorios, 46 provincias (oblasts),4 distritos autónomos, 1 oblast autónomo y dos ciudades federales (Moscú y San Petersburgo).Como organización intermedia entre la Federación y estos entes territoriales, se han creado siete distritos federales, cada uno de ellos dirigido por un gobernador que es nombrado directamente por el presidente de Rusia. El funcionamiento armónico de esta dispar y compleja estructura político administrativa constituye el problema esencial del Estado ruso, sometido a pulsiones centrífugas que el Kremlin trata de controlar y dirigir. El dilema que plantea Cooper en “el nuevo imperialismo liberal” tiene en Rusia su más acabado paradigma: el modelo imperial asegura el orden, pero se resiste extraordinariamente a los cambios, y en este sentido , armonizar el orden realizando los cambios adecuados a un mundo dinámico, incluidos los militares, es de primordial importancia.

La distribución espacial de la población , la posición de su capital y de su ciudad más importante y la cultura mayoritaria del país dan una clarísima idea del carácter europeo de Rusia. Pero sus mayores fuentes  de recursos energéticos, patrimonio fundamental de la nación y  base de la potencia y prosperidad del estado, están en el Este. Rusia al oeste de los Urales es una pujante nación europea, pero los vastos territorios que se extienden desde allí hasta el Extremo Oriente le conceden el carácter de superpotencia y de actor global de primera magnitud en los asuntos mundiales.




5.-Demasiados vecinos alrededor.



Rusia tiene frontera con 14 países:  Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Bielorrusia, Lituania, Polonia, Ucrania, Georgia, Azerbaidján, Kazajistán, China, Mongolia y Corea del Norte. Además, tiene fronteras marítimas con Japón y Estados Unidos ( Alaska).

Para analizar las tendencias geoestratégicas de Rusia se hace preciso examinar este entorno próximo, que desde el punto de vista político integra a miembros de la Comunidad de Estados Independientes, a países del pertenecientes a la OTAN y a la UE, a Estados comunistas supervivientes y a una gran potencia emergente y susceptible de ser un rival formidable en el futuro, como China.

Los países limítrofes con Rusia se extienden desde los confines septentrionales de Noruega hasta el mar del Japón; los vecinos de la Federación ocupan el amplio espectro que va de los países noreuropeos  desarrollados hasta la emergente China, pasando por un Caúcaso sembrado de problemas y  la vasta extensión de Asia Central, donde se libra la batalla por el control de los inmensos recursos energéticos que guarda en su seno y por el transporte de los mismos hasta sus puntos de destino.


El 25 de diciembre de 1991  se creó en Alma Ata la Comunidad de Estados Independientes, formada por 10 de las 15 repúblicas ex –soviéticas: los tres Estados bálticos no se unieron a la organización alegando  haber sido anexionados a la fuerza a la Unión Soviética, Turkmenistán abandonó la CEI el 26 de agosto de 2005 para convertirse en miembro asociado y Georgia se retiró el 18 de  agosto de 2009.  Mongolia participa en algunas estructuras de la CEI como observador y Ucrania no pertenece de iure a la misma al no haber ratificado el estatuto de  la organización, siendo sin embargo uno de los fundadores y miembro del  ente político, que tiene sus oficinas en Minsk.

La creación de la CEI supuso la liquidación de la URSSS, y según Vladimir Putin,  su propósito fue permitir un “divorcio civilizado” entre las repúblicas que formaban la Unión. Desde la creación de la CEI se han firmado numerosos documentos acerca de cooperación económica, de defensa y de relaciones internacionales entre sus estados miembros. 

La realidad de la CEI es problemática, habida cuenta de que carece de poderes supraestatales y de que funciona sobre la base del consenso entre sus miembros, y teniendo en cuenta además que estos son muy diferentes entre sí y sobre ellos gravita el enorme peso político, económico y militar de Rusia, lo que les hace muy poco entusiastas y proactivos.





6.-Tendencias geopolíticas de Rusia.


El futuro de Rusia como potencia e incluso su existencia como Estado ha impregnado, una vez desaparecida la URSS,  el pensamiento y la actividad de un grupo numeroso de sus hijos más preeminentes. Desde Gorbachov hasta Primakov, sin olvidar a sus antecesores Trotsky y Frunze,  han desarrollado sus ideas del papel de Rusia en el mundo, de acuerdo con las  escuelas filosóficas de pensamiento más acorde con sus propias inclinaciones intelectuales.

Debemos a la doctora Silvia Marcu, del CSIC, la elaboración de un cuadro muy ilustrativo de estos distintos puntos de vista.




Principales corrientes de pensamiento en la Rusia postsoviética
Escuela de pensamiento
Exponentes
Lógica dominante en el sistema mundial
El Estatuto internacional de Rusia
Principales amenazas
Relación con los países de la CEI
Relación con el Occidente
Internacionalismo idealista
A. Saharov
M. Gorbachov
Z. Kozârev
kantiana
Una gran potencia, “normal” entre otras potencias mundiales
Crisis y declive económico
No representa una amenaza, ya que constituye el espacio para la integración económica
Socios y posibles aliados, cooperación total
Realismo defensivo
V. Vernadski
A. Arbatov
lockeana
Una gran potencia en crisis
Conflictos étnicos, políticos, económicos y militares
Algunos Estados sí, debido a los conflictos étnicos y militares
Una relación equilibrada, neutra; es posible la cooperación en ciertos ámbitos
Realismo agresivo
E.Primakov

Una superpotencia
El Occidente que intenta marginar el papel de Rusia en el sistema e infiltrarse en su espacio tradicional de influencia
Representan una amenaza
Hostilidad. El Occidente tiene otra cultura; es posible una cooperación limitada, con ventajas mutuas.
Expansionismo revolucionario
M. Frunze
L. Trotki
hobbesiana
Una superpotencia
El complot de EEUU contra Rusia
Representarán una amenaza hasta su reintegración en el nuevo imperio ruso
Hostilidad abierta frente a EEUU, pero no con Europa, que puede ser un posible aliado












7.-El mundo de Dughin

La escena geopolítica rusa actual está dominada por tres grandes corrientes representa das respectivamente por Alexandr Dughin, Guennadi Ziuganov y Dmitri Trenin.

La obra de Alexander Dughin, The Essentials of Geopolitics (Lo esencial en la Geopolítica) representa el libro de cabecera del expansionismo moderno ruso. En cambio, tanto la obra de Ghenadi Ziuganov – The Geography of Victory (La Geografía de la Victoria) como la de Nikolai Nartov Geopolitiks (Geopolítica) se suman a la llamada escuela de pensamiento “civilizacionista”. El libro de Dimitri Trenin The End of Eurasia (El fin de Eurasia) es, en su mayor parte, una respuesta liberal a los proyectos geopolíticos rusos de tipo conservador y expansionista.

Los tres autores muestran su preocupación por el futuro geopolítico de Eurasia y por el papel de Rusia en la zona de vecindad próxima. Sin embargo, cada cual tiene otro tipo de análisis y propone otras soluciones. Los autores toman en consideración los cuatro tipos de conflictos post-soviéticos - el “conflicto étnico y las tensiones geopolíticas” (Cáucaso, Moldavia, Ucrania, Tayikistán, Chechenia), el “conflicto energético” (la zona del mar Caspio), el “conflicto con los dictadores soviéticos y las amenazas terroristas” (Asia Central), los “conflictos de frontera” (Afganistán, Tayikistán) frente a los cuales presentan las opciones estratégicas de Rusia y la política eurasiática de Moscú. 

Según políticos y analistas rumanos y británicos especialistas en la geopolítica rusa (Serebrian, 2004, Alexe, 2006, Sagers, 2006), la política Vladimir Putin parece inspirarse en gran medida en las teorías expansionistas de Dughin (una Rusia hegemónica, dominadora de Eurasia, aliada de Alemania, Irán y Japón, frente al mundo marítimo anglosajón) , y es cierto, si pensamos en la relación especial que tiene Rusia con Alemania, a la que suministra un 70 por ciento de su necesario energético, a la protección que Kremlin otorga a Irán, o al diálogo abierto que tiene con Japón.

Alexander Dughin  y la corriente geopolítica de los “eurasianistas” parece ser  la que más concuerda con la problemática rusa actual y sus ambiciones globales. Aun así está revestida del pragmatismo y la cautela de un Estado en fase de reconstrucción política, económica y militar.



8.-La estrategia militar soviética.


En el  vasto y complejo escenario geográfico de Rusia y sus vecinos próximos , se han aplicado distintas estrategias desde 1945, a tenor de los cambios políticos y de las circunstancias económicas y sociales., que van de la estrategia global soviética durante la Guerra Fría a una época, la actual, caracterizada por las reformas en las fuerzas armadas rusas y un ambicioso plan de rearme y modernización para adaptarse a los objetivos y realidades de una Rusia que quiere recuperar su peso en los asuntos mundiales.




 Desde la Segunda Guerra Mundial, la Rusia soviética, convertida en superpotencia mundial por su victoria en la Gran Guerra Patria, saltó más allá de sus fronteras en el Oeste  y trazó su glacis defensivo contra el mundo capitalista en el corazón de Alemania, englobando los países del este de Europa tras una cortina que Churchill bautizó como el “telón de acero”. Estados Unidos y sus aliados contestaron con la creación de la OTAN, estableciendo un cinturón político militar que se extendía desde el Ártico noruego hasta las fronteras orientales de Turquía. Comenzó la Guerra Fría, caracterizada por el temor a una guerra nuclear y la implantación de estrategias encaminadas a prevenir un conflicto global mediante el respeto militar al adversario.


En 1962, el mariscal Vasily  Danilovich  Sokolovsky, junto con un equipo de colaboradores militares, elaboró el libro”Estrategia Militar”, un tratado de referencia para la formación de los oficiales de las Fuerzas Armadas, que comprendía un recorrido por la Segunda Guerra Mundial y la formulación de principios estratégicos y de empleo con vistas a la guerra futura.

Como emanación miltar de las decisiones tomadas del XXII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, que consagró la liquidación definitiva de los vestigios estalinistas que aún subsistían desde la muerte del dictador-simbolizada en la retirada de su cadáver embalsamado de la Plaza Roja-, el trabajo de Sokolovsky se enmarcó en el clima de relativa euforia económica y tecnológica de la URSS en aquella época, plagada de éxitos en la carrera del espacio y con una economía en rápido crecimiento, en paralelo con el auge del comunismo en los países recién descolonizados y la adhesión de la Cuba de Fidel Castro a la causa socialista.

Es significativo, y también contradictorio, que ya en la introducción del libro, el autor señalara que “al igual que en el pasado, el principio rector de  la política exterior del Partido y el Gobierno soviético es la lucha por una coexistencia pacífica entre los estados con distintos sistemas sociales” para concluir, en el párrafo siguiente, que “el Partido, plenamente consciente de su responsabilidad en el destino del mundo, manifiesta el peligro que implica  la existencia del sistema capitalista mundial” Es curiosa la distinción de Partido y Gobierno como los policías malo y bueno, y el sentido apocalíptico yacente en la frase “acabar con la existencia” del sistema antagónico, por lo demás el único enemigo reconocido explícitamente en la obra, a pesar de las profundas divergencias con el otro coloso comunista, China, ya muy agudas y que tuvieron su punto culminante en los combates del río Ussuri en 1969.


Sokolovsky, en su trabajo, es muy consciente de que la tecnología ha introducido el vector espacial en la estrategia militar, a la que acota como un arte subordinado a la doctrina militar, que es en realidad el objeto de su libro. Reconoce los  niveles estratégico, operacional y táctico y su distinción  en los objetivos y en los medios a emplear para alcanzarlos, subordinando absolutamente la doctrina militar y la subsiguiente estrategia a la consecución de objetivos políticos, desarrollando de este modo una vía de pensamiento absolutamente clasista, cuyo objetivo es implantar la paz perpetua socialista mediante la aniquilación total del oponente.


Sokolovsky revisa en consecuencia el concepto de teatro de operaciones  ampliándolo hasta  el espacio al alcance de los misiles y de la aviación estratégica, y aboga por ataques potentes , masivos u profundos en la zona de contacto con el enemigo , previamente desgastado por el fuego convencional y nuclear, simultáneos con ataques nucleares a los centros neurálgicos del adversario, por lejanos que éstos sean, si pueden ser atacados.

En su análisis de la estrategia militar occidental, Sokolovsky considera que el criterio de guerra nuclear total fue abandonado por la OTAN cuando los “imperialistas” tuvieron que reconocer que su superioridad nuclear había concluido; adoptando la estrategia de “respuesta flexible” como un reconocimiento implícito de su debilidad. Seguramente influido por su activo papel en la guerra contra Alemania, afirma que USA , al desplegar armas nucleares tácticas en territorio alemán, quiere descargar en “los vengadores de Alemania Occidental”, la responsabilidad de desencadenar la guerra.

En todo caso, la doctrina militar de Sokolovsky refleja el pensamiento político soviético de su tiempo : el de una potencia no solamente estatal, sino exponente de una manera absoluta  de entender el mundo con un único oponente , el capitalismo,al que, pese a las buenas palabras de Kruschev y sus soflamas de “convivencia pacífica” solo cabe destruir.

En relación con el ámbito de empleo de las fuerzas, Sokolovsky establece los siguientes enunciados:

-El ámbito de la guerra abarca todo el territorio de los estados de las coaliciones enfrentadas, y no solo los teatros de operaciones, como en el pasado.
-Los objetivos de la guerra moderna serán las armas nucleares estratégicas del enemigo, su economía, su sistema de mando y control militar y de gobierno y, naturalmente, las fuerzas terrestres, navales y aéreas en el teatro de operaciones.
-Los objetivos primarios se encontrarán más allá de los teatros de operaciones, muy dentro del territorio enemigo.
-Los potentes instrumentos estratégicos-La Fuerza de Misiles Estratégicos y, en cierta medida, la aviación de gran radio de acción- tienen por misión destruir las armas estratégicas enemigas, desorganizar el país y aniquilar las principales unidades en el teatro de operaciones; esto se hará atacando con misiles nucleares.
-La Fuerza de Misiles Estratégicos no tiene porqué planear sus ataques en coordinación con el Ejército de Tierra, pues aquélla no es un medio para apoyar a éste último.
-Las operaciones navales no tienen porqué relacionarse con los teatros terrestres.
-Hay que oponerse a los imperialistas con operaciones decididas y activas  de nuestras fuerzas armadas y, predominantemente, con devastadores ataques nucleares estratégicos.
-La defensiva estratégica y la estrategia defensiva deben ser incuestionablemente descartadas por extremadamente peligrosas para el país.


Es decir, que la Unión Soviética se mantenía en los principios de la guerra nuclear total,  considerando  la inviabilidad práctica de ésta y con la esperanza de que el viento a favor que la coyuntura histórica les deparaba en aquellos momentos llevaría al mundo a abrazar el comunismo sin tener que llegar a la aniquilación del planeta. En este sentido, la idea tuvo la aceptación implícita de ciertos círculos intelectuales europeos, supuestamente amedrentados con el apocalipsis de una hecatombe nuclear, una aceptación plasmada en una frase que hizo furor años después “ antes rojos que muertos”.

A pesar de estas previsiones, la Unión Soviética implosionó en 1991 sin que nadie la atacara, y tanto Rusia como las otras  Repúblicas ex soviéticas se encontraron con unas gigantescas Fuerzas Armadas derrotadas sin lucha, con miles de cabezas nucleares  dispersas en todo el territorio e incontables y graves problemas de personal como consecuencia del repliegue de su glacis europeo y del necesario reajuste para reflotar los nuevos países de la extinta Unión. Unas Fuerzas Armadas que habían librado una guerra  de nueve años  en Afganistán, un país pobre y fronterizo con la Unión Soviética del que hubieron de retirarse en 1989 tras sufrir en el conflicto 14.000 muertos y casi 36000 heridos en una guerra que duró más de nueve años..

Hay expertos que consideran que la invasión de Afganistán fue una guerra defensiva ante el peligro de desestabilización de las repúblicas musulmanas soviéticas de Asia Central ante el creciente fundamentalismo islámico afgano. El hecho es que fue un tremendo error, y no solo para una Unión Soviética cuya descomposición fue acelerada por el conflicto.

Por otra parte, el gran esfuerzo militar soviético durante décadas para contrarrestar la siempre amenazante superioridad tecnológica del Oeste no pudo resistir el órdago de Ronald Reagan y su “guerra de las galaxias”. La economía de la Unión Soviética había llegado a extremos ruinosos y todo el sistema se derrumbó.






9.-Las fuerzas armadas rusas tras el colapso soviético.


Las consecuencias del colapso soviético fueron devastadoras para las fuerzas armadas de la Rusia que emergió de las cenizas de la extinta Unión. Tras años de desmoronamiento, en 1998 solo un 30% del armamento podía considerarse moderno, frente al 60/80% en el caso de la OTAN. Otro tercio era literalmente inservible, y un 60% llevaba en servicio dos veces más tiempo del deseable. En el año 2000, solo dos o tres divisiones del ejército se hallaban plenamente operativas, un 80% de los misiles estratégicos había superado su vida operativa, un 70% de los buques de la Armada necesitaba reparaciones importantes y dos tercios de los aviones no podían volar. En 1996, más de la mitad de los oficiales abandonaba la carrera por falta de perspectivas y, según una estimación, unos 40.000 soldados habían desertado entre 1994 y la primera mitad de 1998.

Dado el estado precario del armamento y material, las cifras de la teórica superioridad militar de Rusia sobre los Estados Unidos carecían de valor: en 1998, Rusia tenía 16.210 carros de combate frente a los 8.369 norteamericanos; 16.453 piezas de artillería frente a 7.225; 72 submarinos de ataque frente a 66; 26 submarinos estratégicos frente a 18; y 829 misiles balísticos frente a 755, aunque fuese inferior en aviones de combate,2868 frente a 4.475, en buques pesados de superficie,44 frente a 134 y en bombarderos estratégicos,66 frente a 174.

Con todo, lo peor era que la industria de defensa había quedado reducida en dos tercios, y que el agujero tecnológico se agrandaba a ojos vistas.

Con Putin en la presidencia,, la recuperación de la economía y el incremento del precio del petróleo permitieron una recuperación paralela del gasto militar.En 2000 aumentó un 1%, pero en 2001 el crecimiento fue del 97% para mantener en 2002 un aumento del 30%.El presupuesto de 2005 fue de 18.000 millones de dólares, un 28% más que el del año anterior, alcanzando el 2,8% del PIB, lejos del 3,5 % previsto en la era Yeltsin y aun mas lejos del 6% de USA. Con todo, la CIA estimó que en 2000 el gasto militar ruso osciló entre el 9 y el 13 por ciento del PIB, lo que significaba un crecimiento considerable del gasto en defensa.

En todo caso, la cúpula militar no se consideraba satisfecha. El general Andrei Nikolayev, presidente de la Comisión de Defensa de la Duma, afirmó en 2001 que el presupuesto no permitía la solución de ningún problema importante. Lo mismo dijo el ex jefe del estado mayor, Anatoli Kvashin, del gasto de 2005.

Al hilo de esta cuestión, el arsenal nuclear ruso contaba en 2001 con 324 misiles balísticos a bordo de submarinos , 19 de ellos nucleares, mas otros 180 a bordo de submarinos ya retirados del servicio, 776 misiles balísticos emplazados en silos terrestres y 74 bombarderos pesados portadores de misiles de crucero y de cargas nucleares. Rusia además estaba construyendo un nuevo misil intercontinental, el Topol M2, que podría dotarse de  vehículos múltiples de reentrada independientes. También se había embarcado en programas convencionales de torpedos, misiles antibuque, misiles de crucero, un avión de reconocimiento, vehículos de reconocimiento no tripulados y tecnologías antisatélite.

La capacidad, sin embargo, de producir y mantener estos materiales era dudosa, y ello redundaba en el innegable interés de Moscú en los acuerdos de reducción de armamentos, aunque algunas intervenciones de Putin tendían a hacer creer  en que Rusia quería dar la réplica militar a Estados Unidos. En mayo de 2006, Putin afirmó que su país contaba con dos nuevos submarinos atómicos portadores de misiles  estratégicos, al tiempo que se refirió a la fabricación de armas de precisión para permitir el mantenimiento del “equilibrio de fuerzas”.

 

 

 

 

10.-La Doctrina Militar de 2000

La Doctrina Militar aprobada en Enero de 2000 identificaba varias amenazas externas, como las vinculadas con reivindicaciones territoriales ( Cáucaso), la no consideración de los intereses de la Federación Rusa  en la resolución de problemas de seguridad internacional (Yugoslavia ), la creación de alianzas que rompiesen el equilibrio existente en las fronteras (Ucrania), la ampliación de los bloques militares (extensión de la OTAN al Este) o el envío de fuerzas, violando la carta de las Naciones Unidas, a estados amigos o limítrofes (países bálticos).

Era evidente que en estas amenazas se recogían los hechos puntuales de los conflictos yugoslavo y chechenio, de la ampliación de la OTAN o de determinados movimientos norteamericanos en el patio trasero de Rusia. Frente a ellas, Moscú invocaba su derecho a utilizar en primer lugar las armas nucleares. Siempre sobre la base de la percepción de que las armas nucleares eran un factor de disuasión y una garantía de seguridad.

Así, Rusia se reservaba “el derecho a utilizar armas atómicas para responder a un ataque que emplee medios nucleares u otras armas de destrucción masiva, así como una agresión a gran escala con armas clásicas si se registra una situación crítica para la seguridad del país”.

La Doctrina apuntaba a que un conflicto nuclear con USA era muy improbable y prestaba atención a otros escenarios como las misiones de paz, las operaciones especiales y antiterroristas y las guerras locales.

La doctrina identificaba cinco grandes causas de tensión:
1. -Retos derivados de la globalización:
    -Proliferación de armas de  destrucción masiva.
    -Terrorismo
    -Inestabilidad étnica y religiosa.
    -Narcotráfico y crimen organizado.


2.-El empleo de la fuerza por coaliciones de carácter temporal, en alguna de las cuales podría incluirse Rusia.

3.-La defensa de los intereses de los estados a través del uso de la fuerza.

4.-La fusión de los terrorismos interno e internacional.

5.-El crecimiento de los movimientos y organizaciones no gubernamentales.

En el verano de ese mismo año 2000 surgieron disensiones en el seno de la cúpula militar sobre la importancia que debía darse a las armas nucleares. El jefe de Estado Mayor, Anatoli Kvashin, en franca contradicción con el ministro de defensa, mariscal Igor Sergueyev, señaló que los misiles estratégicos no podían seguir siendo el único medio de defensa de Rusia y, teniendo en cuenta la intervención de la OTAN en Serbia y Montenegro, y la guerra de Chechenia, reclamó reducciones significativas  de cabezas estratégicas.

Aunque Putin guardó en principio silencio, posteriormente destituyó a Sergueyev y preconizó la reducción de los efectivos de 1.200.000 a 800/850.000, abundando además en la idea de abordar cuanto antes la plena profesionalización del las fuerzas armadas.

Los planes de reducción de efectivos debían venir acompañados de la configuración de unidades de despliegue rápido en la proximidad de regiones sensibles como el Caúcaso o Asia Central, sin olvidar las amenazas que representaban la OTAN en Europa y China en Asia.




11.-La Doctrina Militar de 2010
El 5 de febrero de 2010, el presidente Medvédev promulgó la nueva Doctrina Militar rusa. Al mismo tiempo que un documento relativo a los fundamentos la política estatal en materia de disuasión nuclear hasta 2020.Mientras la doctrina fue colgada en idioma ruso en la página web del Kremlin, el documento sobre disuasión  nuclear no está disponible.

El experto ruso Nikolai N. Sokov hizo en el CNS (Centro de Estudios de No proliferación), el siguente análisis de los asectos nucleares de la Doctrina:


”La política nuclear es claramente uno de los elementos de la nueva doctrina militar que generó una considerable controversia dentro del establishment político y militar de Rusia. Los expertos que trataron de seguir estos debates a puerta cerrada fueron desagradablemente sorprendidos por una entrevista de Octubre de 2009 a Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad, órgano interinstitucional, similar al National Security Council de los Estados Unidos, cuyo encargo era la redacción de la nueva doctrina. Patrushev indicó que la nueva doctrina podría asignar las armas nucleares para "conflictos locales", lo cual habría representado una expansión masiva de la función de estas armas en la política de seguridad de la nación.  Esa declaración provocó serias críticas dentro de diversos ámbitos de la política rusa, incluidos los militares, y muchos estudiosos de la política nuclear que esperaban con cierta inquietud para ver el resultado de ese debate. El resultado final fue una agradable sorpresa - en lugar de ampliar el papel de las armas nucleares, la nueva doctrina militar, de hecho, otorga un rol algo menor mediante el establecimiento de criterios más estrictos para su uso.

Al igual que la doctrina anterior, el nuevo documento distingue entre cuatro tipos de conflictos militares:

• Conflictos armados (básicamente, un enfrentamiento a pequeña escala entre dos Estados o dentro de un estado similar a la guerra en Chechenia);

• Guerras locales (la guerra con objetivos limitados, que afectan sólo a los intereses de los participantes inmediatos - un buen ejemplo es la guerra de Georgia de 2008); 

• Guerras regionales (implica fuerzas significativas, uso del espacio aéreo y naval, que afecta a una gran región y tal vez incluso a coaliciones de Estados), y

• Guerras a gran escala (conflictos radicales, con objetivos de largo alcance que involucran a todas o la mayoría de las grandes potencias, fundamentalmente, una nueva guerra mundial.


. La Doctrina Militar del 2000 asigna las armas nucleares para el tercer y el cuarto tipo de conflictos, lo que representa una expansión importante de la función de estas armas (la doctrina anterior establecida en 1993 sólo asigna su posible uso a una guerra mundial). Obviamente,el indicio de Patrushev del posible uso de armas nucleares en conflictos de caracter local fue recibido con preocupación - no hay más que imaginar las amenazas nucleares emitidas por Moscú durante los conflictos similares a la guerra de 2008 en el Cáucaso.

La versión final de la Doctrina Militar de 2010 mantuvo este carácter, sin embargo. Las armas nucleares siguen teniendo un rol en conflictos regionales y guerras en gran escala y son consideradas como "un factor importante en la prevención de los conflictos nucleares y militares que implican bienes convencionales (conflictos a gran escala y regionales)." Al igual que la versión anterior, el nuevo documento indica claramente que una guerra regional convencional podría escalar a un conflicto nuclear. A diferencia del documento del año 2000, ésta disposición está redactada en términos más amplios - esto ya no es visto sólo como un medio para disuadir a los Estados que podrían atacar a Rusia con fuerzas armadas convencionales, sino también como una expresión de preocupación ante una posible escalada nuclear en otros lugares.

El cambio más significativo en la redacción de la política nuclear es el nuevo criterio para el empleo de armas nucleares. Se ha vuelto más estricto. Considerando que el documento anterior, preveía el recurso a las armas nucleares "en situaciones críticas para [la] seguridad nacional" de Rusia, la versión 2010 permite su uso en situaciones en las que la existencia misma de Rusia está en peligro”.

Al igual que el documento anterior, la Nueva Doctrina se reserva del derecho al “primer uso” no sólo como respuesta ante un ataque nuclear o con armas de destrucción masiva de otro tipo (una ligera revisión de las garantías negativas de seguridad que se ha vuelto común entre los estados poseedores de armas nucleares desde 2000), pero también como respuesta a un ataque convencional.

La principal misión que le asigna la nueva doctrina a las armas nucleares es la "prevención de los conflictos militares nucleares o de cualquier otro conflicto militar". Esta misión se basa en "el mantenimiento de la estabilidad estratégica y la capacidad de disuasión nuclear en el nivel de suficiencia". En otra parte del documento el concepto de "suficiencia" se define como la capacidad “predeterminada” de infligir daño a un agresor  en cualquier circunstancia.

Si bien estas disposiciones son bastante estándar para cualquier tipo de estado poseedor de armas nucleares, la Doctrina contiene un elemento nuevo: se asigna el criterio de  alta precisión (aparentemente) al propósito de la posesión de estas armas: la disuasión estratégica. Esto indica claramente que Rusia tiene previsto seguir la misma trayectoria que los Estados Unidos y equipar una parte de sus vectores estratégicos con ojivas convencionales.

Una característica interesante de la Doctrina de 2010 es su énfasis en la función de disuasión estratégica. La elección de los términos parece indicar que Rusia no asigna un papel sub.estratégico o táctico a las armas nucleares.


En general, la doctrina de 2010 dedica menos atención a la componente nuclear de las Fuerzas Armadas que la anterior. Esto es evidente en el nivel más superficial: hay menos puntos sobre el uso de las armas nucleares y de la postura nuclear en general, la doctrina insiste mucho más en las fuerzas convencionales y, en particular en activos de alta precisión, comunicaciones, sistemas de mando y control, y otros elementos en los que Rusia ha ido tradicionalmente por detrás de otras grandes potencias militares. Este cambio refleja el cambio de foco de la dirección política y militar actual sobre la reforma militar, así como la disposición, contenida en el Concepto de Seguridad Nacional de 2000, que considera la dependencia de las armas nucleares como una cuestión de fondo hasta que la modernización de las Fuerzas Armadas sea completada.

La Doctrina identifica como principales amenazas externas las siguentes:

a)      La intención de la OTAN de adquirir un papel global , en violación de la ley internacional, y llevar la infraestructura militar de sus países miembros  hasta las fronteras de Rusia, incluyendo la expansión del bloque.


b)      Intentos de desestabilizar la situación en algunos estados y regiones y de socavar la estabilidad estratégica.


c)      El despliegue de contingentes militares de Estados extranjeros en territorios vecinos a Rusia y sus aliados , así como en sus aguas adyacentes.


d)     El establecimiento y despliegue de  sistemas de defensa de misiles estratégicos que socavan la estabilidad global y violan el equilibrio de poder en el ámbito nuclear, así como la militarización del espacio exterior, y el despliegue de sistemas nucleares no estratégicos y de armas de precisión.


e)      Reclamaciones territoriales contra Rusia y sus aliados e intromisión en sus asuntos internos.


f)       La proliferación de las armas de destrucción masiva, misiles y tecnología misilística, y el incremento de los países  poseedores de armas nucleares.


g)      La violación de acuerdos internacionales, y el colapso de los tratados sobre limitación y reducción de armas.


h)      El empleo de la fuerza militar en los territorios de estados vecinos a Rusia en violación de la carta de las Naciones Unidas y otras normas legales internacionales.


i)        La escalada de conflictos en territorios vecinos a Rusia y a sus aliados .


j)        La extensión del terrorismo internacional.


k)      La emergencia de focos  de tensión interétnica,las actividades de grupos radicales internacionales en áreas adyacentes a las fronteras de Rusia y sus aliados, así como la presencia de conflictos territoriales. El auge del separatismo y el violento extremismo religioso en algunas partes del mundo.




12.-Reacciones de la OTAN a la Doctrina Militar.

Tras la publicacion de la Doctrina militar, tanto la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Madeleine Albright,  como el Secretario General de la OTAN se apresuraron a manifestar que en ningún caso la extensión de la alianza a los antiguos países de la órbita soviética significaba hostilidad alguna hacia la Federación Rusa. Sin embargo, no es esa la percepción de Moscú sobre esa extensión. La guerra de Afganistán significaba el intento de la Alianza Atlántica de erigirse como policía mundial, y en ese sentido se redactó el párrafo primero de lo que Rusia considera amenazas a su seguridad. Desde el colapso de la URSS, los países bálticos y los del este de Europa percibieron su integración en la Alianza como el mejor modo de asegurar su seguridad en un escenario de incertidumbre y cambios en la escena mundial. El apoyo norteamericano a las llamadas “revoluciones naranja” y los esfuerzos de Ucrania y Georgia por acogerse al paraguas estadounidense a través de su adhesión a la OTAN, así como la pugna de los oleoductos para esquivar a Rusia en el transporte del gas de las repúblicas de Asia Central, motivaron no solo la reacción de Moscú, sino las posturas de Alemania y Francia , contrarias a considerar a Rusia una potencia hostil.

Por su parte, Rusia conoce bien los desequilibrios internos de la Alianza, su dependencia de los Estados Unidos a todos los niveles, y la debilidad de los estados postmodernos europeos para comprometer sus fuerzas militares. Putin dijo en cierta ocasión: ” Rusia respeta la fuerza y el poder allí donde se ejerce” y en ese sentido le importan más las relaciones con los Estados que Rusia considera “fuertes” que con la Alianza en sí misma.

Es evidente que un conflicto entre la OTAN y la Federación Rusa es altamente improbable, pero es difícil en Washington sustraerse a las tentaciones hostiles hacia la antes temida “tierra corazón “ euroasiática encarnada en el coloso ruso. Por su parte, Rusia está interesada en mantener sus puentes abiertos hacia Irán y la India, en un juego geopolítico de balance con la alianza de USA con Pakistán, y de control del adversario chino.

En todo caso, se impone la cooperación de la OTAN y Rusia, extraordinariamente importante en un mundo globalizado, donde cada actor debe asumir un papel de modo que la manida expresión “comunidad internacional” adquiera su verdadero significado, máxime cuando el principio de la “responsabilidad de proteger”, enunciado por la ONU en 2005, comienza a adquirir cuerpo en algunas partes del mundo.






13.-El plan de rearme militar.

Las fuerzas armadas y su modernización constituyen una de las grandes prioridades de la Rusia actual
En la actualidad se está desarrollando un vasto plan de reformas y rearme que tiene prevista su culminación en 2020, conun coste previsto de 700.000 millones de dólares, y que ha tenido en cuenta las lecciones aprendidas, especialmente en las guerras del Cáucaso. Se trata de establecer un sistema de mando y control potente y flexible,  y de modernizar los materiales en consonancia con los estándares de un ejército profesional, capaz de intervenir en todo tipo de misiones, solo o en coalición.

Las fuerzas nucleares contaran con el SLBM Bulavá, y con un potente ICBM sucesor del SS-18 SATAN. Se armarán 10 regimientos con misiles ISKANDER, y se fabricaran 56 unidades de DAA S-400 y 10 de S-500.

La Armada , cuyo único portaaviones es el Almirante Kutnezsov, ha negociado la adquisición de cuatro portahelicópteros de clase “Mistral” a Francia., de los que tiene previsto asignar uno a la flota del Báltico y otro a la del mar Negro.Precisamente la falta de buques de asalto anfibio causó muchas dificultades durante la intervención militar en Georgia.

En total se construirá un centenar de buques. 35 corbetas, 16 fragatas y diversos buques de apoyo, además de los ocho submarinos atómicos de clase “Borey” portadores de misiles balísticos.

Las fuerzas aéreas recibirán en el periodo 600 aviones de combate y transporte y se fabricarán 1000 helicópteros de todas clases.

La educación militar ha sido reintroducida en las escuelas, y los ejércitos no han dejado de tener, e incluso han aumentado, la incidencia en la vida de los ciudadanos que ya tuvieron en la extinta Unión Soviética. El fenómeno del prestigio y la influencia militar en el pueblo ruso es un síntoma del patriotismo que impregna alos ciudadanos: Carlos Taibo señala en su libro “La Rusia de Putin” que muchos ciudadanos prefieren el mantenimiento del estatus de superpotencia al desarrollo de , por ejemplo, una seguridad social moderna.



14.-  El entorno de Rusia :cinco grandes áreas de importancia geopolítica.


Desde el punto de vista geográfico , Rusia está rodeada por cinco grandes áreas geopolíticas: el helado Ártico, Europa Occidental, considerando la parte rusa como el oriente del continente, el Cáucaso, Asia Central y el Extremo Oriente.

El calentamiento global ha puesto en primer plano el helado casquete polar ártico, cuyos 21 millones de kilómetros cuadrados pierden un 10% de superficie helada cada década. Esta circunstancia permitirá un más fácil acceso a los recursos energéticos, minerales y pesqueros que guarda, y facilitará el tráfico marítimo y el turismo. En


Estados Unidos se calcula que en el Ärtico se halla el 30% de las reservas no encontradas de gas natural y el 13% de las de petróleo; las consecuencias estratégicas de estos datos hacen de la zona una de las más importantes a nivel
mundial.

En relación con el bloque geopolítico de Europa Occidental, es preciso tener en cuenta la rápida integración de los antiguos países del bloque oriental y de las repúblicas bálticas en la UE y en la OTAN, provocando la desaparición del glacis protector durante décadas y acercando la OTAN a las mismas fronteras occidentales de Rusia, que enseñó los dientes para evitar cualquier veleidad de Ucrania. Bielorrusia es en la práctica una  prolongación geopolítica del espacio ruso .En el “frente occidental”, los países de la OTAN proporcionan a Rusia, por encima de las reticencias, unas fronteras pacíficas y estables. No cabe descartar en el futuro un replanteamiento del papel de la Alianza, en vista de la reticencia de los europeos a aumentar sus gastos militares y al fracaso del intento de erigirse en gendarme de la ONU, con una mayor implicación de Rusia en cooperación con Occidente.

El Caúcaso ha sido, desde la restauración de Rusia como estado independiente, la mayor fuente de preocupaciones para Moscú. Las guerras de Chechenia y el terrorismo subsiguiente, las dos guerras de Georgia por Osetia del Sur y Abjasia, la cuestión de Nagorno Karabaj entre Azerbaidjan y Armenia... hacen de esta zona un punto geoestratégico peligroso para la seguridad de la Federación Rusa y un área de muy previsible empleo de sus fuerzas armadas. En todo caso, seguirá siendo el patio trasero de Rusia; nadie está interesado en intervenir en un avispero de rendimiento escaso.


Asia Central constituye otro núcleo geoestratégico de magnitud creciente, debido a las reservas de petróleo y gas en la zona y de los intentos de Estados Unidos de disputar a Rusia el control del transporte y la distribución de ambos recursos energéticos, en una confrontación geoeconómica que se puede traducir por “guerra de gaseoductos”,sin olvidar la incidencia de Afganistán, Irán y Pakistán en un espacio tan sensible. El “Big game “ emprendido por los estados Unidos en Asia Central, desde la independencia de las repúblicas ex soviéticas en 1991, alcanzó su punto culminante con la ampliación de la Alianza Atlántica, la construcción del gaseoducto Bakú-Tiflis- Cehyan, bordeando Rusia, y las revoluciones naranja que tuvieron lugar en Georgia y Ucrania en 2003 y 2004.
Rusia contraatacó concediendo a sus recursos la máxima prioridad y potenciando la superempresa Gazprom, que explota y transporta petróleo y gas por las rutas del Blatico, la del Norte y la del extremo oriente a sus clientes en todo el mundo.

Asia Central es importante para la seguridad de Rusia.La cooperación económica será siempre bienvenida, pero la Federación Rusa pugnará para mantener su supremacía en un área de la que depende para desarrollar su economía. Los lazos de la CEI, aunque débiles, son un buen amarre en la política exterior de la Federación. La política hacia Irán , más moderada que la de Occidente, puede servir de factor estabilizador, atemperando tensiones. El devenir de Afganistán condicionará el juego de unos y otros en relación con China, la India y Pakistán, miembros del Grupo de Cooperación de Shangai, que este año ha cumplido una década de su existencia y del que Rusia es socio.


El Extremo Oriente contempla la emergencia de China como gran potencia, en principio regional, frente a un Japón adormecido en el postmodernismo. Hay otros retos, singularmente el que plantea Corea del Norte, de momento controlada por Pekín. Tampoco es presumible una confrontación chino- rusa, pues el gigante amarillo ha emprendido una senda de total cooperación con la comunidad internacional, y no tiene el menor interés en un conflicto en un área donde ya ejerce, en cierto modo, su hegemonía geopolítica. Con Japón subsiste la reivindicación de las Kuriles y un estus definitivo para la isla de Sajalin.

En resumen, Rusia posee los ingredientes energéticos para recuperar su edad de oro, y su posición geográfica le señala con claridad sus vectores militares de acción y de vigilancia. En un mundo multipolar y con riesgos y amenazas que ya no son solo estatales, su fuerza es y será también la fuerza de todos, y su papel es muy posible que sea más relevante para el mundo que el que tuvo como cabeza y máximo exponente de la Unión Soviética.

                                                                       










































BIBLIOGRAFÍA.

- Robert Cooper . ” El nuevo imperialismo liberal”. 2006.

-Alberto Portillo. “Una aproximación a las visiones geopolíticas globales”. 2003.

- Saul Bernard Cohen. “Geografía y política en un mundo dividido”. 1980.

- Vasili Danilovich Sokolovsky y otros. “Estrategia militar soviética”. 1963.

- Amos Permutter. “Lo militar y lo político en el mundo moderno”. 1982.

- Richard Muir.”Geografía política moderna”. 1982.

- Carlos Taibo. “Rusia en la era de Putin”. 2006.

- Silvia Marcu..”Geopolítica y geoestrategia en la Rusia postsoviética”. 2007.

- “Doctrina Militar de Rusia”. 2010.

- Nikolai N. Sokov. Comentarios a la Doctrina Militar de Rusia. 2010






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