Casualidades de la vida...o eso muy ruso de creer en el Destino, la Sudba, ....quien me iba a decir que al cabo de quince años llega a mi pueblo una enfermera nueva y era una niña que yo conocí en Klintsy cuando mis tiempos eran de mochila...
¿El encuentro? pues casual y emocionante y lo mas sorprendente es que nos reconocimos enseguida aunque con la trampa de que estábamos advertidos de antemano de que nos encontraríamos...
Hemos hablado de mil cosas, de recuerdos contradictorios, nos hemos reído, intercambiado información....y a mi me ha dado un ataque de nostalgia y me he puesto a buscar en el baúl de los recuerdos alguna foto que ahora os pongo para la posteridad...
La calidad es la que es...ya sabéis, carretes fotográficos, el tiempo, scanner...pero ahí van sin escoger...solo recuerdos que no es poco...
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| ...y por detras. |
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| Por delante... |
Otro día más....
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| Con escolta...en Klintsy |
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| Entrada a la ciudad. A la derecha el legendario T-34 |
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| Un gran equipo humano, la empresa ERRO, Olga, Georgi... |
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| Tuvimos tiempo de hacenos esto por cinco rublos... |
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| Autobus número 1 cerca de Paris |
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| Mis grandes amigas, Tasia Bondariev y Maria Marchenko |
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| Escuela internado |
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| Cerca de Berlin |
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| Goyo, Simonov, ya fallecido, y su madre, en su casa de Klintsy |
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| Dormir de dia, trabajar de noche..72 horas de viaje... |
Enhorabuena por ese sentido reencuentro. La Historia, pese a que suele ser tozuda, algunas veces se alía con nosotros y nos devuelve al añorado pasado. Y somos, o más bien vivimos, atesorando recuerdos entrañables. Esos que han ido dándonos vida, porque nos han enseñado el valor de la amistad, de la solidaridad, de la pobreza compartida, de lo poco que tenemos atesorado en nuestra mochila. Repito, enhorabuena. Esas cosas no suceden todos los días.
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