Después de las elecciones presidenciales rusas desde aquí, que no desde allí, uno se preguntaría qué pasará pero ya lo he dicho antes, aquí todo cambia para seguir igual dicho por los mismos rusos por lo que cualquier perspectiva de cambio, en palabras de Evtuchenko, solo puede ser para peor así que mejor dejarlo como está que yo “estoy de lo mío” y bastante tengo.
La realidad es que sin irregularidades Putin hubiera ganado igual aunque quizás en segunda vuelta, una segunda vuelta en la que ya se habrían quedado en la cuneta los candidatos mas malos, el ultranacionalista y obsoleto Zhirinovski y el oligarca del níquel Prójorov para que el electorado decidiera entre los ,menos malos, el propio Putin y el comunista Ziuganov que aun aglutina el 20% de los votos de aquellos que en Occidente llamamos nostálgicos de la URSS , denominación absolutamente falsa porque no son eso sino gente convencida y con poderosas razones de que con la URSS vivían mejor.Un Guenadi Ziuganov, por cierto, que no engaña a nadie porque jamas ha cambiado su discurso algo que en cualquier parte debiera ser lo normal pero que no lo es y , que curioso, no dice al día siguiente de las votaciones que ha ganado con retorcidos argumentos.
Claro, vosotros diréis que esa es mi opinión y se apuráis los conceptos, podríais decir muchas cosas como “rojo”, “trasnochado” y alguna lindeza mas supongo que sin animus injuriandi. Os equivocáis porque no soy ni lo uno ni lo otro. Simplemente hablo con la gente y hay un, repito, 20% que a mi y en las urnas dicen lo que dicen y que yo transmito y puede gustar mas o menos pero es la realidad o ¿es que en España también encontramos otras justificaciones o mejor descalificaciones para quienes piensen que cualquier tiempo pasado fue mejor? Cada cual lo ve a su manera pero quitarles la razón sin más no es una buena actitud. Y menos cuando juzgamos a los habitantes de un país al que ni siquiera nos hemos tomado la molestia de conocer mas allá de creer que todos lo rusos se pasean por el Levante y el Sur de España tirando fajos de rublos al aire lo mismo que antes creíamos que todos eran comunistas cuando el numero de afiliados al PCUS nunca pasó de los doce millones para una Unión Soviética que llegó a acumular una población de 293 millones de almas.
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