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lunes, 27 de enero de 2014

Donde está Timoshenko?

Uno se hace cruces viendo, mejor mirando, los acontecimientos de Kiev, acontecimientos bien jaleados por Occidente, Mcaine, UE, EEUU....ignorando que cuando se abre la caja de Pandora o se sabe como cerrarla o se está cometiendo un grave error de inimaginables consecuencias...el mundo está lleno de irresponsables e indocumentados...
No voy a incidir en algo que ya he dicho muchas veces aquí y en otros foros sobre estos conflictos asimétricos en los que al final se confunden las causas justas con otras inconfesables y las consecuencias con las causas pero si me hago alguna pregunta..
¿Donde está Timoshenko? Si, en la cárcel, ya lo se pero me refiero intelectualmente ...¿tiene algo que decir y a quien se lo dice?¿es la mayor beneficiaría a titulo personal de este motín?Un manifestante decía en un canal de TV que el estaba allí porque le pagaban...¿quien paga?¿la hija de Timoshenko que se pasea por las barricadas?
¿Quien en Ukraina y en ninguna parte puede estar dos meses sin trabajar para dedicarse a la Revolución?

¿Que hacen juntos y revueltos Svaboda casi nazi, el UPA,un boxeador,estudiantes que no saben no de ques e habla...?
En la toma del Ayuntamiento las fotos parecían mas de un guateque  que de una asonada...¿quien pagaba la comida, bebida etc que allí se veía?

Algo huele a podrido en Ukraina y los perdedores me parece que van a ser los ucranianos..y aquí celebrando la entrada en el euro de Letonia...
Os dejo dos enlaces...uno de Ricardo Marquina, un vídeo rodado in situ en donde nuestro amigo se la juega una vez mas y otro de Franganillo que creo no le sobra ni le falta ni una palabra y es quizás lo mejor que he leído con la particularidad de que está allí a pie de barricada..

Carlos Franganillo, El enigma ruso ( dar a Ctrl-Alt)


http://manager.rusiahoy.com/multimedia/video/2014/01/27/la_verdadera_cara_de_las_barricadas_de_kiev_36737.html



Ucrania al borde del abismo

Blogkiev

El presidente Yanukovich se queda sin opciones. Ha ofrecido su gobierno a los líderes de una oposición con poco respaldo en la calle. Se ha comprometido a reformar la Constitución para reducir los poderes presidenciales, a reescribir la ley que limita el derecho de manifestación y a amnistiar a los detenidos en los disturbios. Sólo le queda una línea por cruzar: convocar elecciones presidenciales anticipadas y mantenerse hasta entonces en el cargo o dimitir.
La otra salida es aplicar la fuerza policial o militar para reprimir una protesta que ya se extiende por gran parte del país, fundamentalmente en el Oeste, muy alejado de la influencia rusa y vinculado históricamente a Polonia y al Imperio Austro-Húngaro. El avance de la oposición es constante y cuenta con la falta de respuesta por parte de las fuerzas de seguridad en muchas de esas ciudades. Será decisivo saber si se produciría una escisión en los cuerpos del Estado encargados de ejercer la violencia…¿se posicionarán en algunas zonas del lado de los manifestantes, negándose a cumplir órdenes en el mejor de los casos?
En los últimos días la oposición ha ocupado edificios del Estado o ha activado movimientos similares a los de Kiev en más de 10 regiones, sin que de momento se adviertan levantamientos contrarios en la parte Este del país, granero de votos de Yanukovich y con enormes vínculos  culturales y económicos con Moscú. Las autoridades de Crimea, la región que perteneció a Rusia hasta mediados del siglo XX han pedido que se declare el estado de emergencia y aseguran que no acatarán ningún acuerdo salido de la negociación entre la oposición y el Gobierno.
Las protestas de estos meses y especialmente los disturbios han acentuado las tensiones regionales de un país claramente dividido en 2 partes.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
 Desde mi punto de vista todo el que podía cometer errores lo ha hecho. Y en abundancia.
La oposición ha lanzado un órdago al Estado sin calcular sus propias fuerzas y bajo unas premisas que han metamorfoseado. De la petición de asociación con Europa se pasa ahora al derrocamiento del jefe de Estado al que acusan de dirigir un sistema corrupto, con tics autoritarios siguiendo el modelo de Vladimir Putin. En ese viaje se les han unido desde el comienzo grupos de extrema derecha con una agenda propia, o el partido populista xenófobo Svoboda, con escasas cualidades europeístas. La falta de liderazgo y de sintonía con la calle es también un riesgo que reduce su capacidad para controlar a la masas, desatando fuerzas que toman decisiones por sí solas y que han logrado liderar la protesta recurriendo a la violencia. Los más radicales han radicalizado a otros manifestantes moderados que han conseguido más cosas lanzando cócteles molotov que acampados durante semanas en la Plaza de la Independencia.
El presidente Yanukovich ha jugado mal los tiempos. Si pensaba negociar, debió hacerlo al principio cuando las reivindicaciones eran más limitadas. Perdiendo un tiempo precioso ha logrado convertir la protesta en la excusa para que explote el hartazgo de amplios sectores de la población, cansados de que el hijo del presidente y sus amigos –la oligarquía de nuevo cuño en Ucrania- se hagan multimillonarios mientras el país se asoma a la bancarrota. Yanukovich optó por no escuchar a la oposición y ha acabado acentuando las tensiones Este-Oeste en un país demasiado artificial como para resistirlas. 
La Unión Europea y EEUU han respaldado una protesta con enormes errores de cálculo, únicamente por su interés en infiltrarse en el espacio post-soviético para debilitar a Rusia. Desde el primer día sus responsables, ministros y diplomáticos se han paseado por el campamento en señal de apoyo, dándole una bofetada a un presidente elegido democráticamente en unas elecciones avaladas por la propia UE. Además ha impulsado unas protestas en las que participa un partido como Svoboda, que roza la extrema derecha, y no ha querido ver el componente radical del movimiento (minoritario pero ruidoso). Para colmo ha distorsionado el mensaje de la calle para consumo de su propia opinión pública: “en Ucrania se pelean por entrar en la UE mientras muchos miembros quieren abandonarla”. La protesta tiene muchas sensibilidades y el sentimiento europeo no es el motor de lo que está ocurriendo, sino más bien el deseo de un cambio de sistema.
Diplomáticamente Rusia ha mantenido sus posiciones sin estridencias para defender su órbita de influencia en un territorio estratégico, aunque deslegitimando desde el principio un movimiento (antes exclusivamente pacífico) que representa a un amplio sector de la población ucraniana. En lo diplomático, Moscú ha mantenido una mayor discreción, sin la histeria europea, y ha sabido amarrar a Kiev a base de créditos milmillonarios y rebajas en el precio del gas.
El Kremlin no se permitirá perder influencia en Ucrania, un país clave para el tránsito del gas, para proyectarse en el continente europeo y para sus intereses militares, con la base de una de sus flotas en Crimea. Además Ucrania es el corazón espiritual y cultural de Rusia y las lecciones de las últimas décadas, cuando UE-OTAN-EEUU aprovecharon las horas bajas de Rusia para engullir a los países bálticos, pesan demasiado en la memoria de los estrategas rusos.
Sin duda, Vladimir Putin tiene la llave (una vez más) para desbloquear este proceso -con su influencia sobre el presidente ucraniano- o conducirlo directamente al caos. El desenlace parece próximo, pero pase lo que pase, es probable que la crisis de 2013-2014 haya abierto una brecha en el país difícil de superar en el futuro.

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